Diplomáticos de Rusia y EEUU se reúnen en Miami para diálogo

Luego de que se cancelara una reunión entre Donald Trump y Vladimir Putin, que iba a tener lugar en Hungría, representantes diplomáticos de Rusia y Estados Unidos están buscando una manera de tranquilizar el ambiente tras las sanciones impuestas por Estados Unidos a sectores estratégicos rusos. Es una situación complicada y, a pesar de los esfuerzos, las tensiones siguen elevadas.

El encuentro más reciente ocurrió en Miami entre Kirill Dmitriev, enviado especial de Rusia, y Steve Witkoff, encargado de Asuntos para Oriente Medio en Estados Unidos. Esto se dio pocos días después de que el Departamento del Tesoro estadounidense anunciara sanciones específicas a Rosneft y Lukoil, que son los dos principales productores de petróleo de Rusia. Estas sanciones restringen cualquier transacción con estas empresas sin previa autorización, lo que ha paralizado las compras de petróleo de países como China e India, generando preocupación sobre posibles represalias.

Esto refleja una estrategia más amplia de Estados Unidos, que busca ejercer presión sobre Rusia, en parte como un intento de buscar un alto al fuego en el conflicto con Ucrania. Scott Bessent, líder del Tesoro estadounidense, reforzó esta idea al pedir una “parada inmediata de las hostilidades”, lo que se suma a la presión internacional en este contexto delicado.

Dmitriev expresó que los diálogos entre ambos países deben continuar, pero resaltó que es fundamental respetar los intereses de Rusia. Confirmó que aún se prevé un encuentro entre Trump y Putin, aunque en una fecha que todavía no se ha definido. Esta ronda de negociaciones se convierte en un desafío, considerando el clima tensivo y las interacciones entre ambos países.

En cuanto a las sanciones, Vladimir Putin no se quedó callado. Manifestó que Rusia no se va a rendir ante las presiones de Estados Unidos ni de ningún otro país. Según él, las sanciones son un acto “inamistoso” que traerá consecuencias, aunque aseguró que no afectarán de manera significativa al bienestar económico del país. Además, subrayó que el sector energético de Rusia se siente seguro y preparado.

Putin reflexionó que este tipo de presión no es un camino sostenible, afirmando que “ningún país ni pueblo que se precie decide nunca nada bajo presión”. Es un momento crucial, donde las decisiones que tomen ambos lados pueden alterar el curso futuro de las relaciones internacionales y la economía global.

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