trucos para evitar gastos innecesarios
Viajar, usar plataformas digitales o hacer compras desde el exterior puede venir con un recargo impositivo si pagas con tarjeta en dólares. Pero no todo está perdido. Hay maneras de reducir ese impacto, y quienes administran bien sus pagos pueden mantener sus gastos a raya sin dejar de disfrutar de la comodidad y de los servicios que el mundo ofrece.
El famoso “dólar tarjeta” incluye un 30% adicional sobre el valor original de cada compra. Esta realidad, sin embargo, ha llevado a muchos argentinos a buscar alternativas para evitar ese sobreprecio. Algunos de los métodos que se pueden adoptar requieren solo unos ajustes en cómo operas con tu banco, pero pueden resultar en un ahorro significativo a mediano plazo.
Consumos en dólares: las opciones recomendadas para evitar el 30% de recargo
Una de las estrategias más efectivas es pagar directamente en dólares. Puedes hacerlo a través de home banking, cajeros habilitados o usando una cuenta en moneda extranjera. Al abonar en dólares, esquivas el recargo del llamado impuesto PAIS y solo se descuenta el monto original de la compra, lo que se traduce en más dinero en tu bolsillo.
Otra opción interesante es vincular tu tarjeta de crédito o débito a una caja de ahorro en dólares. Así, el sistema debita automáticamente desde esa cuenta cualquier gasto internacional. Esto no solo sirve para compras en tiendas; también se aplica a servicios de streaming, software, vuelos y suscripciones de los que disfrutas fuera del país.
Los expertos señalan que este método resulta no solo más práctico, sino que además evita sorpresas en el resumen mensual. Cada operación se registra sin impuestos adicionales ni cambios en el tipo de cambio oficial, ayudando en la planificación financiera personal.
El crecimiento de esta tendencia refleja una mayor conciencia del consumidor. Cada vez más personas buscan formas simples y transparentes de manejar su economía diaria, sin sacrificar beneficios ni acceso a productos de calidad a nivel global. Con unos pequeños cambios en la forma de operar, se puede manejar los gastos en dólares de manera mucho más eficiente y sin sorpresas.