el clima de negocios para exportadores argentinos
Fernando Landa, presidente de la Cámara de Exportadores (CERA), conversó recientemente sobre la situación de las exportaciones argentinas hacia China. Según él, el conflicto no radica en nuestras ventas hacia ese país, sino que es más bien un tema geopolítico. Aunque Argentina no perderá mercado, Brasil podría sacar mayor provecho de la situación.
Landa mencionó que las exportaciones no han tenido un buen desempeño en los últimos tiempos. A pesar de que no se suele hablar del tipo de cambio, las exportaciones dependen de la inversión, que a su vez requiere previsibilidad y competitividad. Esos son los puntos centrales para el sector.
Por otro lado, Miguel Schiariti, de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados, también comentó que aún no hay cambios significativos en la política comercial de Argentina. Sin embargo, están atentos a la posibilidad de un acuerdo comercial con Estados Unidos. Este acuerdo, que se anticipó esta semana, buscaría reducir aranceles en una variedad de productos de ambos países, dentro de las excepciones que establece el Mercosur.
El interés de EEUU en Argentina y el rol de China
Hoy en día, China es nuestro segundo socio comercial, después de Brasil, siendo el segundo destino de nuestras exportaciones. Según datos de CERA e INDEC, las exportaciones argentinas a China alcanzaron los 5.173 millones de dólares, con un crecimiento del 12,2% interanual. Sin embargo, mientras China lidera en comercio, Estados Unidos se destaca en inversión extranjera directa, ocupando el primer puesto con un 17% del total, mientras que China está en el 14° lugar con solo un 2%.
Desde que Trump reavivó la guerra comercial con China, Argentina ha sentido las consecuencias. Nuestras exportaciones se vieron alcanzadas por un arancel del 10%, que era el más bajo aplicado. Sin embargo, a mediados de año, los aranceles sobre acero y aluminio se incrementaron del 25% al 50%, afectando a un sector que ya representaba la mitad de nuestras ventas de estos productos al mercado estadounidense.
Para ayudar a este sector, el Gobierno decidió suspender las retenciones hasta el 31 de diciembre de 2025. Este decreto busca fortalecer la capacidad exportadora y aumentar la competitividad, alineando las políticas con principios de libertad y apertura comercial.
Por su parte, Estados Unidos muestra interés en nuestra riqueza mineral, como el litio y el cobre, así como en tecnología 5G y sectores de energía, petróleo y gas. El objetivo es que Argentina se posicione como un proveedor estratégico para el país del norte.
China y EEUU: estrategias opuestas
El economista Federico Vacarezza señala que hay diferencias notables en la forma en que ambos países manejan sus estrategias hacia nuestra región. Asegura que una buena relación política suele traducirse en buenos lazos comerciales. Mientras que China busca construir una relación estratégica a largo plazo con América Latina, EEUU, bajo la presidencia de Trump, opera de acuerdo a decisiones volátiles y personales, sin una estrategia clara.
Vacarezza destaca que, aunque los exportadores están atentos a la guerra comercial, hasta ahora no ha habido cambios en los negocios con China. Sin embargo, se mantienen vigilantes ante las posibles nuevas negociaciones con EEUU y cómo podría evolucionar el conflicto.
Más allá de la guerra comercial: desafíos para los exportadores
Los exportadores argentinos enfrentan hoy una serie de desafíos que van más allá de las disputas entre China y Estados Unidos. Además del siempre complicado tema del dólar, hay problemas que afectan a cada sector de manera particular.
Desde el sector agroexportador, se menciona que uno de los mayores obstáculos es el deterioro de la infraestructura rural. Las recientes inundaciones afectaron la producción y, por ende, las exportaciones. Pero no solo los fenómenos climáticos son un problema; también se suman altas tasas de financiamiento que hacen difícil acceder a créditos, y el mal estado de las rutas que encarece la logística.
El régimen impositivo es otro punto crítico. Empresarios del sector advierten que “exportamos impuestos”. Aunque una reforma tributaria sería un avance, el retraso en los reintegros y en la recuperación del IVA agrava la situación. Se habla de hasta seis meses de atraso en pagos a los exportadores, lo que complica la caja.
Este entorno limita la capacidad para competir internacionalmente, especialmente para las pymes exportadoras, que enfrentan costos altos y una burocracia que desalienta nuevas oportunidades. A pesar de que actualmente Argentina cuenta con aproximadamente 9.200 empresas exportadoras, la comparación con países como Chile y Perú revela que estamos ante un desincentivo para exportar, un problema que trasciende lo comercial.
Así, los exportadores observan el entorno con cautela, preparándose para lo que pueda venir y buscando las mejores formas de adaptarse.