Reclamos amigables y la crisis textil entre deudores
El gobernador Gustavo Sáenz llegó hasta Plaza de Mayo cargando un peso en su espalda: en Salta, ya no soportan más la paralización de las obras públicas. Al principio, pareciera que se trataba de una protesta más entre tantas que se hacen a diario frente a Balcarce 50. Sin embargo, las cosas tomaron un giro inesperado.
Justo cuando las tensiones estaban en el aire, apareció el asesor Santiago Caputo y tuvo un breve pero cordial cruce con Sáenz. No hubo gritos, ni insultos. La situación culminó en un abrazo que llevó a ambos a entrar a la Casa Rosada.
Dentro, los esperaban el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y la secretaria de Presidencia, Karina Milei. Mientras tanto, en el fondo, se discutía sobre el Presupuesto 2026, que promete inversiones en infraestructura, un discurso que siempre se repite: cohesión federal y crecimiento. El caso de Sáenz es un ejemplo típico de lo que hacen los gobernadores, que oscilan entre estar al borde de la revolución y luego calmarse tras negociar alguna obra, aunque sea pequeña.
De hecho, la semana pasada, fueron fundamentales para frenar un proyecto que asustaba a Nación: el de la distribución equitativa del impuesto a los combustibles. Muchos gobernadores ahora miran hacia el posible rescate de EE.UU. y sueñan con ser los garantes de la gobernabilidad que pide Trump. Así, los reclamos se tornan más amistosos.
Textiles en crisis y preocupaciones compartidas
La Pro Textil 2025, realizada en el Teatro Roma de Avellaneda, fue casi una terapia grupal: empresarios, sindicalistas y funcionarios discutieron sobre la caída del consumo y el impacto de un sinfín de importaciones, que resultaron en 380 fábricas cerradas y 11.500 empleos perdidos. Luciano Galfione, presidente de Pro Tejer, se expresó abiertamente: “La competencia es buena, pero debe ser en igualdad de condiciones”. Esa frase sonó más como un reclamo que como un lema.
En primera fila, la directora ejecutiva Priscila Makari y la economista jefa Lucía Knorre mostraron cifras alarmantes: una caída del 14,5 % en la producción y una capacidad instalada en situaciones críticas. El aplauso fue escaso, casi como un murmullo resignado. La mayoría coincidía: la apertura desmedida de importaciones está desangrando al sector.
Durante el evento, asistieron referentes de la CGT, la CTA, empresarios del calzado y confección, y representantes políticos de diversos sectores. Por primera vez, todos coincidieron en que la política económica “va a contramano del mundo”. Mientras en EE.UU. se promueve la compra de productos nacionales, en Argentina se eliminan aranceles como si la industria fuera un estorbo.
Entre risas amargas, un empresario de Avellaneda comentó: “Lo único que crece son los contenedores”. Galfione cerró la jornada con una advertencia que resonó: “Defender la cadena textil es defender a la Argentina”. Todos sabían que tenía razón y que el país está en una cuerda floja.
Cumbre de Ciencias Sociales
El CEDES celebró su 50° aniversario con un banquete en la Facultad de Económicas de la UBA, donde se reunieron figuras destacadas del ámbito social. Carlos Rosenkrantz estuvo presente, rodeado de economistas y políticos como Marco Lavagna y Martín Lousteau.
Roberto Frenkel, al cierre del evento, lanzó un mensaje preocupante sobre el avance de gobiernos “liberal-libertarios” que amenazan tanto la democracia como la ciencia. “Es importante navegar con razón en tiempos de locura”, afirmó.
La periodista María O’Donnell moderó un panel donde Silvina Ramos y Martín Rapetti revisaron el impacto histórico del CEDES en economía, salud y derechos. Ramos mencionó que los estudios del centro revelan que la sociedad argentina todavía apoya las políticas de género, a pesar del discurso oficial. Rapetti recordó que muchas iniciativas económicas han nacido en esos pasillos, cuando se pensaba en planificación sin miedo.
El cierre fue internacional, con Martín Abregú de la Fundación Ford celebrando la capacidad de las organizaciones para resistir y reconstruir democracias. Tras aplausos, se mostró un avance de un documental sobre el medio siglo del CEDES. En un ambiente de abrazos y vino, quedó claro que el centro sigue siendo un bastión para la ciencia y la política.
Morosidad, la luz amarilla en el semáforo financiero
En los almuerzos del sistema financiero, el tema del momento ya no son solo las tasas o los encajes. Ahora se habla de la morosidad. Aunque no se menciona abiertamente, ya se siente una preocupación creciente. En una de las entidades privadas más importantes, admiten que el tablero de control está mostrando señales mixtas: las tarjetas de crédito aún están en verde, aunque parpadeando en amarillo, mientras que los cheques rechazados están en la zona que nadie quiere ver.
Todavía no hay alarma, aclaran, pero la tendencia es clara. En pocas semanas, el volumen de cheques sin fondos se duplicó y las áreas de riesgo están vigilando con atención los pagos que antes se aprobaban casi automáticamente.
Los números son preocupantes. La morosidad en créditos al consumo creció significativamente, alcanzando el 5,7 % del financiamiento total en julio, el nivel más alto registrado desde 2010. En términos de bancos, esto indica que el verde del semáforo se está apagando.
Estos balances confirman que las ganancias están en aumento, pero las carteras de crédito son más frágiles. Algunas entidades han visto la morosidad en créditos al consumo superar el 2,5 %. En un panorama no uniforme, algunas entidades optan por ser prudentes, mientras otras siguen expandiendo el crédito a pesar del aumento en los atrasos.
La morosidad no se limita a los bancos. En Buenos Aires, la morosidad de las expensas llega al 17%. Los administradores de consorcios admiten que apenas pueden cubrir lo básico, sin espacio para el mantenimiento. “Si se rompe un ascensor, el resto tiene que poner”, explican.
En paralelo, los colegios privados también muestran señales preocupantes, con atrasos que oscilan entre el 12% y el 30%. Este patrón se repite en el ámbito financiero, con las tarjetas de crédito asumiendo un papel protagónico para financiar consumos inmediatos.
Los banqueros se encuentran entre la cautela y un optimismo controlado. Todos ven las mismas señales: clientes que retrasan pagos y comercios que piden más tiempo. Aunque el sistema permanece estable, la sensación de que la morosidad sigue controlada está comenzando a sonar menos convincente.
Chinos, eléctricos y en cuotas
En un brindis posterior al evento de BYD, la automotriz china que comenzó a operar en el país, se habló más de la economía argentina que de los autos eléctricos. “Esperamos que las variables macro se ajusten”, se escuchó entre los representantes de la marca, aunque nadie se atrevió a predecir cuándo sucederá.
Con elecciones a la vista y un dólar bajo presión, los empresarios reconocen que el desafío será vender en un mercado incierto. BYD está apostando por ofrecer financiamiento en cuotas largas, de cinco a siete años, para hacer sus modelos más accesibles a los compradores argentinos.
Uno de los ejecutivos resumió: “Hay espacio para vender, pero hay que hacerlo posible”. Sin embargo, los precios de los autos nuevos comienzan en cifras elevadas, lo que hace que el financiamiento sea crucial.
El clima general fue de cautela, sin promesas ni triunfalismos. Algunos empresarios locales celebraron la llegada de una firma global, pero advirtieron que el verdadero desafío comienza ahora: mantener el motor funcionando en medio de la turbulencia. “Traer autos es una cosa; hacer que la gente pueda pagarlos es otra historia”, comentó un invitado.
Kirchnerismo “federal” en el Congreso
El kirchnerismo se prepara para reforzar su presencia política con “Primero la Patria”, un nuevo bloque que competirá con Provincias Unidas, el grupo de los gobernadores. Este espacio, de perfil federal, se presentó recientemente en la UMET y planea realizar un acto en Salta, buscando ser una fuerza significativa en el Congreso.
Reconocen a Cristina Kirchner como su líder y buscan unir las diversas facciones del peronismo bajo un mismo lema: la unidad federal. Entre sus referentes se encuentran Juan Manuel Urtubey, Sergio Uñac y otros actores clave.
La propuesta apunta a desviar el enfoque del conurbano y darle mayor peso a las provincias en la toma de decisiones. “Queremos construir desde lo federal y lograr unidad sin excluir a nadie”, afirman los impulsores.
Aunque en el papel, “Primero la Patria” comparte raíces con la lista de Cristina en el PJ Nacional, en la práctica se presenta como una alternativa a los gobernadores que componen Provincias Unidas.
En un clima de tensión política, el nuevo grupo kirchnerista busca disputar ese terreno con un discurso fuerte y federal, mientras se preparan para las elecciones de 2027. Aunque el peronismo habla de unidad, algunos ya trabajan para que el futuro no se centre exclusivamente en Buenos Aires.