Gimnasia de Mendoza sube a Primera tras vencer a Madryn por penales
En una noche agitada, marcada por la lluvia y la tensión, el Gimnasia y Esgrima de Mendoza logró el ascenso a la Primera División argentina. El equipo se enfrentó a Deportivo Madryn en un emocionante partido que terminó 1-1 tras 120 minutos, y se definió por penales. El lugar elegido para este inolvidable momento fue el estadio de Platense, que palpita con historias.
Fue una verdadera montaña rusa de emociones. En el segundo tiempo, cuando parecía que todo se complicaba, Luis Silba anotó de cabeza gracias a un excelente centro de Nazareno Solís. Silba, que venía de una racha de ocho partidos sin gol, apareció justo cuando más lo necesitaban. Curiosamente, él había sido parte del Gimnasia el año anterior, un detalle que sumó un toque especial a la historia.
Sin embargo, la alegría de Madryn no duró mucho. Con el reloj casi agotado, una mano de Alejandro Gutiérrez dentro del área fue suficiente para que el árbitro, Nicolás Ramírez, señalara un penal. Facundo Lencioni se encargó de ejecutar el tiro, y con una calma impresionante, logró poner el 1-1 en el marcador, llevando el partido a un tiempo extra.
Polémicas y penales
La final estuvo cargada de decisiones discutibles. A lo largo del primer tiempo, Gimnasia sufrió la anulación de dos goles por manos, uno de Matías Muñoz y otro de Nicolás Servetto. Ambas decisiones fueron revisadas por el VAR, una herramienta que había sido poco utilizada en la Primera Nacional y que generó más confusión que certezas entre los aficionados presentes.
En el tiempo suplementario, ambos equipos se negaron a dejar todo en manos de los penales. Con el campo mojado y las piernas cansadas, Gimnasia siguió buscando la victoria. Diego Mondino estuvo cerca de marcar con un cabezazo, pero el arquero Yair Bonnín se lució al despejar el tiro.
Ya en la tanda de penales, César Rigamonti se convirtió en el héroe de la noche. Paró los remates de Federico Recalde y Nicolás Mana, y además, un tiro de Diego Crego se estrelló en el travesaño. Gimnasia, en cambio, no falló, con Cingolani, Lencioni y Recalde anotando sin problemas, sellando así el 3-0 final. La explosión de felicidad no se hizo esperar; los hinchas se lanzaron al campo de juego, aunque algunos estaban más interesados en conseguir la indumentaria de los jugadores, lo que llevó a la seguridad a intervenir.
El entrenador, Ariel Broggi, no pudo contener las lágrimas y expresó su orgullo por el equipo. Matías Muñoz destacó que estaban haciendo historia, mientras que Rigamonti recalcó que había pronosticado su papel estelar en los penales.
Con este ascenso, Gimnasia y Esgrima se une a Godoy Cruz e Independiente Rivadavia, logrando así que Mendoza cuente con tres equipos en la Primera División, algo que no sucedía desde 1974. El futuro parece prometedor para el fútbol mendocino.