La CIDH advierte el aumento de la persecución política en Venezuela

La relatora de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Gloria de Mees, alertó sobre un aumento preocupante en las detenciones y represalias contra los disidentes en Venezuela. En un encuentro reciente con el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), destacó que la persecución política se intensificó en 2025, lo que revela un contexto cada vez más autoritario en el país caribeño.

De Mees también hizo un llamado al gobierno de Nicolás Maduro para acceder a la cárcel de El Helicoide, que ha sido denunciada por diversas organizaciones internacionales como un centro de torturas. Según ella, cada vez más voces disidentes sufren represión. “La situación ha empeorado, es claro que el autoritarismo se ha profundizado”, enfatizó durante su intervención.

Por otro lado, la CIDH está buscando concretar una visita a esta famosa cárcel antes de que termine el año, pero hasta ahora, Caracas ha rechazado repetidamente las solicitudes. La última vez que una misión de la CIDH pudo ingresar a Venezuela fue en 2002, y sus esfuerzos posteriores en 2017 y 2020 también fueron obstruidos por el gobierno.

Aumento de denuncias y medidas cautelares

Los datos son alarmantes: en 2024, la CIDH solicitó medidas cautelares en 23 casos de presuntas violaciones de derechos humanos. En lo que va de 2025, ya suman 25. La situación, según la relatora, no ha mejorado; de hecho, se ha deteriorado. Este diagnóstico fue presentado a raíz de un pedido formal de la delegación argentina.

Más contexto sobre la situación

A pesar de que el gobierno de Maduro ignora la jurisdicción del sistema interamericano, la Corte de San José ha recordado que sus sentencias siguen teniendo validez. De Mees concluyó que no se trata solo de acceder a lugares de detención, sino de la protección de los derechos humanos de todo el pueblo venezolano.

Detienen a un uruguayo por lavado de dinero

Mientras tanto, las noticias no cesan en la región. El FBI ha detenido a Irazmar Carbajal, un ciudadano uruguayo, por conspiración y lavado de dinero asociado a los hijos de Nicolás Maduro. La investigación, que se ha desarrollado desde 2019, sugiere que Carbajal y un socio, Arick Komarczyk, habrían abierto cuentas bancarias en Estados Unidos para transferir fondos supuestamente relacionados con el régimen venezolano.

La acusación señala que los involucrados pactaron mover unos u$s100.000, de los cuales alrededor de u$s25.000 ya habrían ingresado al sistema financiero estadounidense. Carbajal fue arrestado durante un vuelo de deportación desde República Dominicana, mientras que Komarczyk enfrenta cargos en Miami, aunque aún no ha sido capturado y se cree que está en Venezuela.

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