Denuncian agresión a la caravana del presidente Daniel Noboa
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, sufrió un ataque el pasado martes por parte de un grupo de manifestantes indígenas mientras se trasladaba hacia un evento oficial en el sur del país. Este incidente tuvo lugar en medio de un paro nacional que ya lleva más de dos semanas, en protesta por el aumento del precio del diésel, y resultó en cinco detenidos.
Las autoridades informaron que la caravana del presidente fue emboscada en la localidad de El Tambo, que se encuentra a unos 382 kilómetros al sur de Quito. Según la ministra de Energía, Inés Manzano, alrededor de 500 personas comenzaron a lanzar piedras y otros objetos contundentes hacia los vehículos de la comitiva.
Manzano, que acompañaba a Noboa durante el trayecto, mencionó que había signos de balas en el carro del presidente. Además, confirmó que se realizó una denuncia ante la Fiscalía por intento de asesinato. La funcionaria dejó claro que “esto no va a quedar en la impunidad”.
De acuerdo con lo que comunicó el gobierno, el ataque ocurrió en el contexto del paro nacional convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), la mayor organización indígena del país. Esta protesta ha llevado a bloqueos intermitentes en carreteras de al menos tres provincias.
Luego del ataque, el presidente Noboa expresó: “No vamos a permitir que vándalos eviten que trabajemos por ustedes”, instando a la población a no seguir los “malos ejemplos” de quienes intentan obstaculizar la gestión del gobierno.
El clima de protestas en Ecuador
Actualmente, Ecuador enfrenta un estado de excepción en 12 provincias, establecido para controlar las manifestaciones, que ya han llevado a la muerte de un indígena, 12 militares heridos y más de 100 detenidos. Entre los arrestados, al menos 12 enfrentan acusaciones de terrorismo, según datos oficiales.
La Confederación Indígena también denunció en redes sociales una “brutal acción policial y militar” en El Tambo, acusando al gobierno de haber “orquestado la violencia contra el pueblo movilizado”. Los líderes de la organización sostienen que las protestas son pacíficas y que las acciones violentas son atribuibles a infiltrados.