Kicillof intenta aprobar endeudamiento en un Senado dividido
El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, está buscando que el Senado apruebe un endeudamiento de u$s1.045 millones para refinanciar las deudas acumuladas en la provincia. Pero, como suele pasar en la política, hay complicaciones. La oposición no está del todo conforme y, para colmo, también hay fricciones dentro de su propio partido. Todo esto hace que el resultado de la sesión sea incierto.
Este jueves, el Senado bonaerense tendrá una sesión crucial. Kicillof presentó su iniciativa en mayo y ya cuenta con un dictamen de comisión que le permitiría a la provincia tomar deuda en pesos. La idea es que esto le ayude a manejar las obligaciones heredadas de la gestión de María Eugenia Vidal. Sin embargo, a pesar de la energía que trajo su reciente victoria en las elecciones del 7 de septiembre, el ambiente político parece tenso. No hay consenso en la oposición y, lo que es aún más preocupante, hay división dentro del bloque oficialista.
Kicillof justifica esta medida diciendo que no busca aumentar la deuda de la provincia, sino simplemente reorganizar los pagos que ya se ganaron en el pasado. La propuesta también incluye crear un fondo de asistencia para los municipios y perdonar algunas deudas que los distritos contrajeron durante la pandemia. Sin embargo, el tema más espinoso gira en torno a cómo se financiarán esos municipios. Mientras que el proyecto sugiere que se destine un 8% de la deuda a un fondo de inversión municipal, los intendentes, tanto del oficialismo como de la oposición, piden una cifra fija, sin que dependa de colocaciones futuras.
La vicegobernadora y presidenta del Senado, Verónica Magario, está al frente de las negociaciones con la oposición. Para que la aprobación de la deuda avance, necesita sumar al menos diez votos, además de las 21 bancas que ya tiene Unión por la Patria. Hasta ahora, su enfoque se ha enfocado en el PRO, que cuenta con nueve escaños, y en bloques más pequeños. Pero no todo está asegurado. La UCR todavía no tiene una posición clara y La Libertad Avanza ya anunció que votará en contra.
La situación se complica aún más por las internas dentro del propio peronismo. Algunos sectores de La Cámpora y kirchneristas se sienten despreciados, ya que no fueron consultados sobre la estrategia y la convocatoria a la sesión les tomó de sorpresa. La presidenta del bloque, Teresa García, convocó a una reunión de sus senadores, pero la tensión en el ambiente promete un encuentro difícil. También hay dudas sobre la asistencia de todos los legisladores oficialistas a la sesión.
Mientras tanto, muchos opositores aprovechan la oportunidad para reclamar más espacios en organismos claves, como el Banco Provincia o las vacantes en la Suprema Corte bonaerense. En la gobernación son conscientes de que el resultado no depende solo de Kicillof, sino también de la matemática legislativa. Aun así, el gobernador sigue presionando para que el tema se discuta este jueves y ha tenido reuniones con Magario y el ministro de Economía, Pablo López, para evaluar hasta dónde están dispuestos a ceder en esta negociación.
Si no logra los apoyos necesarios, el proyecto podría quedar en el aire y depender de las discusiones sobre el Presupuesto 2026. Lo cierto es que, más allá del empuje que le dio su triunfo electoral, este jueves se verá si Kicillof puede traducir ese respaldo en acción legislativa.