Arabia Saudita y Silver Lake adquieren Electronic Arts por u$s55.000 millones
La venta de Electronic Arts (EA) ha marcado un hito en la industria de los videojuegos. La compañía, conocida por títulos icónicos como FIFA y Los Sims, ha sido adquirida por un grupo de inversores liderados por el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita, junto a Silver Lake y Affinity Partners, firma de capital privado fundada por Jared Kushner, yerno del ex presidente estadounidense Donald Trump. El valor de la transacción asciende a 55.000 millones de dólares, convirtiéndola en una de las más grandes en el ámbito tecnológico.
Los accionistas de EA recibirán 210 dólares por acción, lo que representa una prima del 25% respecto al último valor en Wall Street antes de que surgieran rumores sobre la venta. Con este acuerdo, EA dejará de cotizar en bolsa y pasará a ser una empresa privada bajo el control total de los fondos compradores.
Desde su fundación en 1982 por Trip Hawkins, EA ha creado un repertorio de franquicias que han dejado huella en la cultura y la economía, como FIFA (actualmente EA Sports FC), Madden NFL, Need for Speed y Battlefield. Estas sagas no solo han revolucionado el mundo de los videojuegos, sino que han generado ingresos multimillonarios cada año.
El CEO de EA, Andrew Wilson, subrayó que sus equipos creativos han brindado experiencias extraordinarias a millones de jugadores y han creado propiedades intelectuales que se han convertido en referentes. En sus palabras, este acuerdo no solo reconoce el trabajo realizado, sino que también abre la puerta a nuevas oportunidades en el entretenimiento y la tecnología.
Capitales saudíes
La participación de Arabia Saudita en esta operación pone en evidencia la estrategia del reino para expandirse en industrias culturales y deportivas. Su fondo soberano ya tiene inversiones en clubes de fútbol europeos, torneos de golf y plataformas de streaming, y ahora refuerza su presencia en el sector de los videojuegos, que está en plena transformación.
La figura de Jared Kushner también genera interés. Tras su paso por la Casa Blanca, estableció Affinity Partners en 2021, invirtiendo en energía, tecnología y entretenimiento digital. Su rol en la compra de EA añade un componente geopolítico a una transacción que ha sacudido el mercado.
En un contexto más amplio, esta compra forma parte de una tendencia creciente hacia la concentración en la industria de los videojuegos. En 2022, Microsoft adquirió Activision Blizzard por 75.000 millones de dólares, y con esta transacción, EA pierde su estatus como el último gran editor independiente de Estados Unidos, dejando clear que el sector se está moviendo hacia un modelo dominado por conglomerados financieros.
Modificaciones en la industria
El negocio también refleja los cambios que ha atravesado la industria en los últimos años. Durante la pandemia, los videojuegos alcanzaron ventas récord y una cantidad de usuarios activos sin precedentes. Sin embargo, desde 2023, el crecimiento ha comenzado a desacelerarse. EA, al igual que otros gigantes del sector, enfrenta críticas por sus modelos de negocio basados en microtransacciones, que aunque generan ingresos constantes, han tenido mala recepción entre parte de la comunidad de jugadores.
Los analistas consideran que la adquisición podría llevar a nuevas sinergias financieras, aunque queda la duda de cómo impactará en la creatividad y producción de futuros títulos. El control de fondos de inversión sobre compañías creativas suele abrir debates sobre prioridades y enfoques. Para algunos, la llegada de capital asegura estabilidad; para otros, representa el riesgo de que la lógica financiera prevalezca sobre la innovación.
EA comenzará un proceso de transición que se espera culminar en 2027, momento en el cual se concretará oficialmente su salida de la bolsa y la integración bajo el nuevo esquema de propiedad. Mientras tanto, sus sagas más populares seguirán en desarrollo, y el mercado estará atento a los movimientos de este jugador clave en el futuro del entretenimiento digital.