La perseverancia supera al talento en el camino al éxito

El copywriting se ha vuelto un término muy conocido en los últimos años. Se ha transformado en una de las habilidades más demandadas dentro del marketing digital. Pero ojo, detrás de esta palabra hay mucho más que simplemente escribir para vender. Se trata de conectar, emocionar y persuadir a las personas. Isra Bravo, un referente en el mundo hispanohablante, lo entiende como pocos.

Su historia personal comienza lejos de las oficinas elegantes. Al principio, descargaba camiones en Gijón, al norte de España. Hoy, es considerado uno de los grandes maestros de la escritura persuasiva, con miles de seguidores que leen sus correos a diario.

¿Qué es el copywriting y cómo cambió su vida?

Isra Bravo define el copywriting como “redacción publicitaria”. Según él, los copywriters son los responsables de que al ver un anuncio o una página de ventas, las personas sientan ganas de comprar. No se trata solo de tener un estilo bonito, sino de lograr resultados concretos. Esto lo ha convertido en una profesión realmente buscada; todas las empresas quieren vender más y hay pocos que realmente saben cómo utilizar el poder de las historias para hacerlo.

Este descubrimiento llegó de forma casi accidental. Mientras trabajaba en una empresa de mudanzas con un amigo, decidió cambiar la manera de presentar los presupuestos. En lugar de limitarse a listar operarios y kilómetros, habló del verdadero dolor que siente alguien que se muda: el estrés. Al transmitir que ellos se ocupaban de todo, desde la puerta hasta la puerta, lograron multiplicar las ventas. Fue entonces cuando se dio cuenta de que tenía una habilidad muy cotizada.

El hábito que lo cambió todo: escribir un mail al día

En 2017, Isra comenzó a enviar un correo electrónico todos los días. En ese momento, era una práctica inusual, pero con el tiempo se convirtió en su marca personal. Pronto, varios clientes comenzaron a contratarlo para crear páginas de venta y correos. Se tomó muy en serio este hábito y bromea diciendo que seguirá haciéndolo incluso después de muerto.

Esta disciplina transformó su vida. Sin invertir en publicidad, simplemente con la voz única que transmitía en cada mensaje, logró crear una comunidad. Una pequeña habilidad puede monetizarse si se dirige a un grupo reducido. Luego, al crecer la comunidad, los resultados se vuelven enormes. Pero, como él dice, todo empieza con perseverancia.

La clave de la conexión, para Bravo, no está en mostrar perfección, sino en ser humano. Lo personal es lo que une a las personas y hace que te recuerden. Compartir una anécdota o el motivo detrás de lo que haces es mucho más memorable que simplemente listar tarifas y servicios.

Perseverancia vs talento

Isra establece una clara diferencia entre talento y perseverancia. Aunque el talento es envidiable, para él, la perseverancia tiene un peso mucho mayor. Con menciones a figuras como Messi, señala que su talento es impresionante, pero sin trabajo duro, no hubiera llegado a donde está. El talento es como la sal, pero lo que realmente diferencia es la constancia.

Sobre la frase “si querés, podés”, Bravo opina que puede funcionar como motivación, pero no todos tienen el don para todo. Lo realmente complicado es saber qué cosas nos cuestan y enfocarnos en lo que hacemos bien. Todos tienen algún talento, pero pocos logran identificarlo porque no se atreven a descartar lo que no les sale bien.

Las tres reglas del éxito

Tras años de trayectoria, Isra resume su experiencia en tres reglas simples para triunfar:

  1. No mostrar necesidad. Cuando alguien se muestra necesitado, pierde atractivo, tanto personal como profesional.
  2. Hacer lo contrario a lo que todos hacen. Los seres humanos tienden a seguir al rebaño. Si te sales de lo común y comunicas de una forma diferente, impactas más.
  3. Perseverar. Vivimos en una era de inmediatez. Sin trabajo constante, el talento no sirve de nada. Para él, la perseverancia es la verdadera justicia universal.

Si perdiera todo lo que ha construido, Isra dice que haría lo mismo que ya hizo, pero más rápido. Buscaría entrevistas, podcasts y volvería a captar gente para su lista. No tendría prisa; sabe que todo lleva su tiempo.

Marca personal: verdad antes que perfección

Lejos de las apariencias de las redes sociales, Bravo sostiene que una marca personal sólida se construye a partir de la coherencia. Todos somos una marca personal desde que nacemos. El error más común es intentar mostrar perfección en busca de validación, lo cual no atrae. Lo que realmente genera credibilidad es la autenticidad y reconocer nuestros defectos.

Reflexionando sobre su juventud, admite que no fue ejemplar. Reconoce que los jóvenes de hoy tienen una enorme oportunidad de aprender de personas sanas a través de plataformas como YouTube. Les aconseja que eviten pasar mucho tiempo frente a la televisión. Aunque el mundo está lleno de noticias negativas, también hay mucha gente dispuesta a prosperar.

Libertad, IA y dinero

Cuando se habla de éxito, Isra lo divide en dos aspectos. En el ámbito empresarial, las ventas son la clave. Sin ventas, no hay negocio. En lo personal, la verdadera riqueza radica en tener la libertad de elegir dónde vivir, con quién pasar el tiempo y con quién trabajar. Eso es lo más valioso.

Aunque muchos ven la inteligencia artificial como una amenaza, para Bravo es una oportunidad. La IA puede ser un apoyo, pero delegar la escritura en una máquina significa perder una ventaja. Aquellos que se esfuerzan en escribir y pensar por sí mismos–ahí están sus oportunidades.

Hay una cosa que Isra nunca dejaría en manos de otros: sus correos. Asegura que sus emails son personales, como cartas de un amigo, y eso es lo que realmente conecta.

Una visión hacia el futuro

Con respecto al futuro, Isra anticipa que triunfarán las marcas personales que transmitan humanidad. A medida que aumenta la invasión de la inteligencia artificial, también crecerá el deseo de interacción humana. Quien sepa organizar encuentros reales y enseñar habilidades en persona tendrá un negocio exitoso.

Hoy, después de pasar de descargar camiones a vender cientos de libros, Isra Bravo se siente un hombre realizado. Dice que no cambiaría nada de su camino. Le gusta cómo avanza el tiempo y aprecia todo lo que ha logrado. Si mañana fuera su último día, se lo diría a sus seres queridos: sonrían, logré cosas que ni soñaba.

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