Perdida de 200.000 empleos y capacidad instalada al 58%
El Observatorio de la IPA ha lanzado una preocupante alerta sobre la situación de las pequeñas y medianas empresas (pymes) en Argentina. Según su informe, la capacidad instalada de estas empresas está apenas por encima del 58%, lo que representa una disminución significativa en comparación con el año anterior. Esto se traduce en una caída en la producción, ventas y empleo, y el panorama no es alentador.
Pensemos un poco en el impacto: más de 200.000 puestos de trabajo han desaparecido. Las empresas del sector advierten que la grave caída en el consumo puede asfixiarlas. “Si no se toman medidas rápidas, las fábricas nacionales están en serios problemas”, apuntó Daniel Rosato, titular de la IPA. Una de las preocupaciones más grandes es que, de cada diez máquinas, hasta cuatro están inactivas. ¡Es un panorama desolador!
En el último año y medio, la situación ha empeorado. Se han perdido 272.880 puestos de trabajo formales, y el consumo sigue cayendo. Las ventas han bajado un 9% y las cifras del canal mayorista no son nada buenas, con 24 meses consecutivos de pérdidas. Aunque los supermercados han visto un ligero repunte en sus ventas durante los últimos ocho meses, esto es insuficiente para compensar la histórica caída.
La capacidad de producción no es el único tema que preocupa. También hay un deterioro en el saldo comercial. Hasta julio, el superávit se redujo en un 64% respecto al año pasado, cayendo de u$s14.075 millones a u$s5.071 millones. Las importaciones han crecido un 32%, mientras que las exportaciones solo aumentan un 6%. Es el peor desempeño en más de diez años, lo cual no deja lugar a dudas sobre la urgencia de una respuesta gubernamental.
De cara al futuro, la IPA anticipa “meses complejos”. La volatilidad financiera y la presión sobre el poder adquisitivo podrían aumentar. Los resultados de las próximas elecciones serán cruciales para la estabilidad económica y para evitar que la crisis se profundice aún más.