La empresa presenta propuesta tras regreso al diálogo y reacciones

La crisis en Vassalli, la emblemática fábrica de cosechadoras en Firmat, dio un nuevo giro esta semana. Por primera vez en un mes, los dueños, los entrerrianos Eduardo y Mateo Marsó, se presentaron a una audiencia convocada por el Ministerio de Trabajo de Santa Fe y presentaron una propuesta para reabrir la planta. Sin embargo, la iniciativa fue rechazada de plano por los trabajadores en asamblea, quienes la consideraron insuficiente e inviable.

La propuesta de los Marsó tenía dos puntos clave: cancelar la deuda salarial, que equivale a casi cuatro meses de sueldos, en tres cuotas y reactivar la producción con un esquema de turnos rotativos. Según este plan, 90 operarios ingresarían a la planta durante 30 días, mientras el resto quedaría sin actividad. Al mes siguiente, se renovaría el grupo, hasta completar los 270 trabajadores. El gran problema fue que el plan no incluía compensación para quienes quedaran afuera ni una solución para el pago inmediato de los sueldos atrasados, lo que provocó un descontento considerable.

“Era una propuesta bastante insuficiente en función de la necesidad de los trabajadores”, explicó el abogado de la UOM Rosario, Pablo Cerra, tras la audiencia. Detalles de la propuesta fueron comunicados a los operarios, que, al reunirse en la sede de la seccional Firmat, la rechazaron de manera unánime.

La vuelta al diálogo después de semanas de tensión

La simple presencia de los Marsó en la audiencia fue vista como un cambio positivo. Hasta la semana pasada, la empresa se había ausentado en tres ocasiones y hasta intentó trasladar la negociación al Ministerio de Trabajo de la Nación. Aconsejados por la abogada María Florencia Arietto, los dueños habían optado por una postura más dura y habían incluso denunciado penalmente al gremio, lo que llevó a un bloqueo total en el diálogo.

Esta vez, la firma asistió con otro abogado, Leonardo Giletta, quien se alejó de la actitud confrontativa. “Se retomó el diálogo y exploramos diferentes alternativas. Hay una fuerte voluntad de todas las partes para reencauzar la situación. El desafío es enorme, pero somos optimistas”, comentó.

Sueldos impagos, despidos y apoyo social

A pesar del cambio en la manera de negociar, el fondo del asunto sigue igual: Vassalli no paga sueldos desde junio y todavía debe el medio aguinaldo y los aumentos paritarios. Además, envió telegramas de despido a cinco trabajadores, cuatro de ellos delegados gremiales, lo que el sindicato considera una medida persecutoria.

La UOM ha estado sosteniendo a los operarios con bonos extraordinarios de $150.000 y luego $70.000 adicionales. Pero, lamentablemente, estos ingresos están muy lejos de cubrir lo que se les debe, que ronda los tres millones de pesos por trabajador.

La tensión también se siente en la comunidad. En Firmat, ciudad donde la planta es un pilar económico desde hace más de 70 años, se han llevado a cabo cortes de ruta y marchas multitudinarias en apoyo a los operarios. La incertidumbre sobre el futuro de la fábrica genera un clima de creciente malestar.

Lo que viene

Con la planta cerrada desde hace más de dos semanas, el próximo martes a las 11 horas tendrá lugar una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo de Santa Fe. Los trabajadores ya avisaron que se presentarán ese mismo día en la planta, exigiendo poder ingresar para cumplir con sus tareas.

A su vez, crecen las sospechas de que la falta de inversión y el impago de salarios podrían esconder una maniobra de vaciamiento para quedarse con la marca y los activos más valiosos de la empresa.

Mientras tanto, en Firmat, los operarios mantienen firme su consigna: “queremos trabajar y cobrar lo que nos deben”.

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