Rusia envía al espacio un arca de Noé con flora y fauna

La agencia espacial rusa Roscosmos realizó un interesante experimento de 30 días en la órbita terrestre con el satélite biológico Bion-M 2. El propósito de esta misión fue entender cómo diferentes organismos sobreviven a la radiación espacial. El lanzamiento tuvo lugar el 20 de agosto desde el cosmódromo de Baikonur, y el satélite permaneció en una órbita polar durante toda su estadía.

Según lo informado por el Instituto de Problemas Biomédicos (IBP), que se encargó de la investigación, “toda la tripulación se sintió bien”, según la agencia TASS. Esa tripulación no era humana, sino una mezcla variada de seres vivos que partieron en la aventura espacial.

Una tripulación sorpresa

En el satélite de 6,4 toneladas, viajaron 75 ratones macho, alrededor de 1500 moscas de la fruta, junto a cultivos celulares, plantas, cereales, legumbres y otros productos. También se enviaron hongos, líquenes y semillas que anteriormente habían pasado por misiones como Bion-M 1 en 2013 y Photon-M 4 en 2014.

Los ratones estaban organizados en 25 cajas, cada una con tres ejemplares, y contaban con sensores que medían parámetros como la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca. En la Tierra, otro grupo de 75 ratones permaneció en un bioterio, mientras que otros 75 vivieron en un entorno que reproducía las condiciones del satélite, para comparar resultados.

Experimentos sobre radiación y alimentación

Alexander Andreyev-Andrievsky, un experto del IBP, comentó que la alimentación de los roedores fue automática. De los 75 ratones, 15 recibieron alimento seco para estudiar cómo metabolizan agua y sal, mientras que los 60 restantes comieron pasta.

Dentro de este grupo, 9 ratones se mostraron altamente vulnerables a la radiación, mientras que otros 9 mostraron gran resistencia gracias a tratamientos específicos. Los restantes 42 reaccionaron de forma estándar, lo que ofrecerá valiosa información para futuras investigaciones.

Además, se instaló un simulador de meteorito en el exterior de la nave con células vivas para determinar cómo podría sobrevivir la vida dentro de un cuerpo rocoso al atravesar la atmósfera terrestre. Es un tema fascinante que tiene mucho que ver con la posibilidad de vida en otros planetas.

Los investigadores anticipan que el análisis de los datos principales estará listo en un año, aunque el estudio de las grabaciones de video, que suman 12 terabytes, podría llevar más de dos años. Para agilizar el proceso, se considera la aplicación de herramientas de Inteligencia Artificial.

La serie Bion tiene como finalidad principal estudiar los efectos de la radiación y la ingravidez en los organismos vivos. El primer satélite de la serie, Cosmos-605, fue lanzado en 1973, y desde entonces, muchas misiones espaciales han incluido viajes de ratones, jerbos mongoles, gecos, caracoles, plantas y colonias de microorganismos. ¡Una verdadera aventura científica!

Botão Voltar ao topo