El BCRA baja tasas cortas al 25% tras anuncio del Tesoro de EE.UU.

La autoridad monetaria tomó una decisión importante: redujo en 10 puntos porcentuales su postura en los pases pasivos a un día de las ruedas simultáneas de BYMA. Esto tuvo un impacto instantáneo en otros instrumentos de corto plazo, como las cauciones, cuyo retorno a un día ahora está por debajo del 22%. Para ponerlo en contexto, estos retornos estaban cerca del 80% a principios de mes, en medio de una fuerte volatilidad financiera y una creciente presión sobre el tipo de cambio. Ahora, estos niveles se asemejan más a los promedios que se veían antes del desarme de las Lefis.

En un informe reciente, la consultora 1816 comentó que el Gobierno podría aprovechar el cambio positivo en las condiciones del mercado, surgido gracias al apoyo de Estados Unidos al programa económico, para reducir las tasas de interés que actualmente están por debajo del 29%, que era lo que rendían las Lefis, o para contener y potencialmente bajar el tipo de cambio.

La baja de tasas acompaña un giro en las expectativas

Pedro Siaba Serrate, responsable de investigación y estrategia en PPI, tuvo palabras optimistas al afirmar que “aprovechar la apreciación del tipo de cambio tras el shock de confianza y la venta del agro es una decisión acertada”. Sugirió que esta reducción en la tasa de interés podría permitir incluso adquirir algo de dólares, aunque esto no estaba confirmado.

Bajar las tasas, según él, brinda un respiro a la actividad económica y mejora las perspectivas de la próxima licitación del Tesoro que se llevará a cabo el viernes. Esta estrategia, que ya fue utilizada antes de una licitación anterior, busca reducir la tasa a un día para incentivar al mercado a buscar mayores retornos, aumentando así la duración de los plazos en la colocación de títulos del Tesoro.

Martín de la Fuente, analista de Research en Adcap, enfatizó que, más allá de la acumulación de reservas, la mirada del Gobierno está puesta en bajar las tasas. Comentó que la oferta en la inminente licitación de instrumentos a tasas fijas, y con vencimientos más largos de lo habitual, puede servir para sondear el apetitó del mercado por títulos con mayor duración.

Un respaldo contundente de EEUU y la quita de retenciones

La recentísima corrida cambiaria dejó a muchos preguntándose si el esquema cambiario estaba en su fin. Sin embargo, tras fuertes declaraciones de apoyo por parte del Gobierno de Estados Unidos y la decisión de eliminar retenciones hasta el 31 de octubre, o hasta alcanzar ventas por hasta 7.000 millones de dólares, se logró cambiar las expectativas.

Este combo hizo que el Banco Central (BCRA) dejara de vender dólares, provocando una caída del tipo de cambio oficial del 9,2% en apenas tres jornadas, situándose ahora en $1.338, alejándose del techo de la banda, que roza los $1.478. Este descenso fue impulsado principalmente por una liquidación récord del agro, que superó los 4.000 millones de dólares en la última jornada.

En este contexto, la reacción de las tasas de interés era todo un misterio. La semana pasada, los rendimientos en pesos mostraban una tendencia alcista, en línea con la intención oficial de desalentar una mayor dolarización de carteras. Sin embargo, esta semana, parecía que las cosas cambiarían.

La reciente baja en los pases pasivos y las cauciones va en la misma dirección. Sin embargo, todavía no se han visto movimientos en las tasas nominales anuales de los plazos fijos BADLAR y TAMAR. Este miércoles, ambos marcaron su quinta suba consecutiva, con la BADLAR en 46,44% (57,64% en términos efectivos) y la TAMAR en 48,81% (61,20% en términos efectivos). De la Fuente aclaró que los datos suelen tener “un retraso de al menos un día”.

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