El Gobierno, con apoyo de Trump, busca restaurar la banda cambiaria
El secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, ha compartido algunas novedades que podrían impactar en la economía argentina. En una serie de publicaciones, destacó que “todas las opciones de estabilización están sobre la mesa” y que el Tesoro está listo para hacer lo necesario para apoyar a Argentina. Esto incluye desde líneas de swap hasta compras de divisas y deuda pública. La idea es reafirmar la importancia de Argentina como aliado en la región, y Bessent fue claro al decir que el compromiso con el pueblo argentino y el presidente Javier Milei sigue firme.
Eliminar las retenciones para generar liquidez de corto plazo
Vayamos al grano. El gobierno ha decidido eliminar temporalmente las retenciones a las exportaciones de granos, una movida que entró en vigor de inmediato y estará activa hasta fin de octubre. La medida busca relajar la presión sobre el mercado cambiario y podría generar unos 7.000 millones de dólares en liquidaciones en los próximos meses. Aunque hay cierta incertidumbre entre los productores debido a las fluctuaciones de precios internacionales, la intención es activar ventas que estaban estancadas y aumentar la oferta de dólares.
Esta iniciativa ha sido recibida con buenos ojos por varias entidades del sector exportador, aunque todos coinciden en que se necesitan aclaraciones logísticas para que funcione de la mejor manera posible. A nivel gubernamental, se la considera un escudo ante intentos de desestabilización de la economía, destacando que es una medida temporal.
Pero, además del sector agro, el Banco Central también está jugando su parte. Ha estado utilizando sus reservas para controlar el tipo de cambio y evitar que supere el límite superior de su banda de flotación. Esto incluye la venta de más de 1.100 millones de dólares en los últimos días, un esfuerzo significativo para mantener a raya el riesgo de una posible devaluación.
Las presiones continúan: los cambios venideros
Sin embargo, hay voces en el mercado que alertan sobre la posibilidad de que la distribución de reservas pueda generar más tensiones. Las tasas de interés rondan el 60% anual, complicando aún más la liquidez. Todo esto, en un contexto donde el riesgo país sigue en aumento, acercándose a los 1.500 puntos básicos.
Por otro lado, el gobierno también está buscando apoyo externo. Entre rumores de un posible préstamo de EE. UU., que podría ser de entre 8.000 y 10.000 millones de dólares, hay un sentido de urgencia para abordar pagos de deuda que se vienen en los próximos años. Este dinero no se destinaría exclusivamente a amortizaciones, pero sí podría ayudar a las reservas del Central y mejorar la situación comercial del país.
Más demanda del sector privado para cancelar deudas
Sin embargo, hay un dato que no se puede pasar por alto: la demanda interna de divisas no va a ceder fácilmente. Se estima que hay unos 22.000 millones de dólares en vencimientos comerciales en el próximo trimestre. El Fondo Monetario Internacional sigue muy de cerca estos movimientos, ya que la acumulación de reservas es fundamental para el acuerdo vigente. El ministro de Economía espera entablar negociaciones con el FMI para encontrar soluciones para los vencimientos del próximo año.
El escenario es complicado y la llegada de fondos estadounidenses podría no ser suficiente para calmar las tensiones. Si se opta por pagar deudas en lugar de liberalizar el tipo de cambio, surge la pregunta: ¿podrán reembolsarse sin incurrir en incumplimientos históricos? Los analistas piensan que un monto de respaldo alineado con los pagos de deuda podría tranquilizar a algunos bonistas, pero es probable que el mercado en general siga cauteloso.
Un monto en línea con la deuda
Según la consultora PxQ, el apoyo adecuado podría hacer una gran diferencia. Aseguran que un flujo significativo de dólares sería crucial para transitar hacia un régimen de flotación administrada del peso. Pero para lograr esto, es esencial que haya una estabilización económica y política profunda, lo cual parece un punto complicado en este momento.
Mientras tanto, entidades financieras globales como Barclays están aconsejando poner la mira en los bonos soberanos, considerando que la prioridad es la estabilidad a corto plazo. No obstante, las incertidumbres del pasado complican la percepción de credibilidad del gobierno, así que será necesario demostrar resultados concretos para restaurar la confianza. La situación es delicada y aunque las anunciadas alianzas y medidas son esperanzadoras, el tiempo sigue corriendo.