Tim Blixset: de creador de un paraíso a perder su fortuna
Tim Blixseth es un empresario estadounidense que se hizo famoso por crear el Yellowstone Club, un lujoso complejo residencial privado en Montana que atrajo a celebridades y multimillonarios. A lo largo de su carrera, acumuló una fortuna que alcanzó miles de millones gracias a sus negocios en la industria maderera, bienes raíces y otros emprendimientos. Pero, como muchas historias de éxito, la suya también tiene su lado oscuro.
A medida que su fortuna crecía, lo acompañaron controversias legales y problemas financieros que llevaron a Blixseth a una situación de quiebra total. Hoy en día, se le conoce tanto por sus excesos como por haber perdido casi toda su riqueza.
La historia de Tim Blixseth: de crear Yellowstone Club a la ruina
Nacido en abril de 1950 en Roseburg, Oregón, Blixseth creció en una familia trabajadora. Aunque tuvo una infancia difícil, su impulso lo llevó al mundo de la madera y, con mucha dedicación, se convirtió en un magnate en el noroeste de EE. UU.
En 1997, dio un gran paso al fundar el Yellowstone Club en Big Sky, Montana, un resort privado de lujo que ofrecía membresías carísimas y propiedades que costaban millones. Su clientela incluía desde celebridades hasta emprendedores adinerados, convirtiendo al club en un símbolo del lujo extremo.
En el punto más alto de su carrera, en 2006, Forbes estimó su fortuna en alrededor de US$1.3 mil millones, un verdadero imperio que no solo abarcaba bienes raíces, sino también desarrollos turísticos y hasta producción musical.
Fraude y encarcelación: cómo quedó el patrimonio de Blixseth
Sin embargo, las cosas empezaron a complicarse cuando el Yellowstone Club se declaró en bancarrota en 2008, un hecho que fue exacerbado por la crisis hipotecaria global. Se le acusó de desviar centenares de millones de dólares destinados al funcionamiento del resort hacia cuentas privadas y sistemas complejos de malversación. Además, se descubrió que había vendido otro resort en México, y los ingresos de esa venta también estaban en la mira de litigios por presunta malversación.
En 2015, Blixseth fue encarcelado por desacato civil al negarse a revelar ante un tribunal federal la ubicación de activos que supuestamente había ocultado.
Ahora, su situación es crítica; se estima que su patrimonio neto es de −US$250 millones, cargando con deudas que ascienden a miles de millones en demandas y obligaciones legales. Su historia se convierte en un recordatorio de cómo alguien que llegó a lo más alto puede, en un abrir y cerrar de ojos, caer al abismo por decisiones y actos de deslealtad.