Ayuda financiera a México, Brasil y Uruguay: antecedentes clave
En la última década, solo tres países de nuestra región han recibido apoyos bilaterales del Tesoro estadounidense sin pasar necesariamente por el FMI. Estas ayudas se han dado en medio de crisis financieras y son un recordatorio de cómo el contexto global puede influir en nuestras economías locales.
En este marco, el Gobierno argentino se encuentra acelerando gestiones para conseguir apoyo directo del Tesoro de EE. UU.. Este respaldo podría ser clave para manejar las tensiones recientes en el mercado cambiario, donde el dólar ha estado generando preocupación. Es interesante notar que este tipo de auxilio no es algo nuevo. En el pasado, países como México, Brasil y Uruguay también recibieron asistencia en momentos críticos.
En el caso argentino, se habla de un swap de divisas, algo similar a lo que ya existe con China. El presidente Javier Milei ha declarado su intención de buscar este tipo de respaldo. Esto surge en un contexto donde el Banco Central ha tenido que intervenir de manera significativa para estabilizar el valor del dólar.
Auxilio económico del Tesoro de EE. UU.: el caso de México
México es un caso emblemático al haber recibido ayuda financiera directa de Washington en dos ocasiones. La primera fue en 1982, en pleno apogeo de la crisis de deuda. En ese momento, el Tesoro estadounidense otorgó un préstamo puente de u$s1.850 millones, lo que ayudó a sostener las reservas del país y evitar un default inminente.
Luego, en 1995, durante la famosa crisis del “efecto tequila”, el presidente Bill Clinton aprobó un paquete de auxilio de u$s20.000 millones a través del Exchange Stabilization Fund (ESF). Este rescate fue uno de los más grandes registrados, y su objetivo era estabilizar la economía mexicana y prevenir el contagio a otros países de la región.
Brasil: turbulencia económica en los ’90 y ayuda de EE. UU.
En cuanto a Brasil, el auxilio directo del gobierno de Clinton se realizó entre 1998 y 1999. Con el real bajo presión y el riesgo de un posible default, Washington participó en un paquete de ayuda de u$s41.000 millones, junto al FMI. De esta suma, u$s5.000 millones llegaron directamente desde el Tesoro de EE. UU., buscando sostener la economía brasileña en tiempos de gran fragilidad.
El “mini rescate” a Uruguay en 2002
Durante la crisis que siguió al default argentino de 2001, Uruguay se encontró en una situación difícil, enfrentando una corrida bancaria por la salida masiva de depósitos. Para enfrentar este desafío, el Tesoro estadounidense desembolsó u$s1.500 millones a través del mecanismo ESF, el mismo utilizado en México durante la crisis del “efecto tequila”. Este apoyo fue crucial para estabilizar el sistema financiero uruguayo y prevenir un colapso mayor.
La historia de estos apoyos resalta cómo, a veces, la economía de un país puede depender de decisiones que se toman a miles de kilómetros de distancia.