Medios de eeuu suspenden emisiones por presión de trump

La decisión de ABC surgió tras los comentarios de un conductor sobre cómo sectores de la derecha intentaban usar el asesinato del activista conservador Charlie Kirk, que ocurrió en Utah hace poco. Es un tema delicado, y no es raro ver cómo el contenido en televisión se ve afectado por la política actual.

Por otro lado, CBS ya había anunciado en julio que el programa del humorista Stephen Colbert, crítico del presidente republicano, saldría del aire en 2026. Colbert, conocido por su ingenio afilado, no se quedó callado y cuestionó un acuerdo entre Trump y Paramount, la empresa madre de CBS, sugiriendo que haber pagado 16 millones de dólares era un “buen soborno”.

No es la primera vez que esto sucede. En diciembre, ABC tuvo que desembolsar 15 millones de dólares para cerrar otra disputa legal con Trump. Todo esto nos muestra que la relación entre el entretenimiento y la política en Estados Unidos está más entrelazada de lo que parece.

El rol de la FCC y la amenaza de licencias

El tema se complicó aún más cuando Brendan Carr, el director de la FCC nombrado por Trump, criticó a Kimmel y amenazó con quitarle la licencia a ABC. Esto es bastante serio, ya que quien controla las licencias de transmisión tiene un poder significativo. En una ocasión, Trump, volviendo de un viaje en el Air Force One, arremetió contra los medios, diciendo que su única tarea era criticarlo y que no era correcto que lo hicieran teniendo licencia.

Las reacciones políticas no tardaron en llegar. El senador demócrata Richard Blumenthal calificó la actitud de Carr de “acto de censura gubernamental sin precedentes”. Ken Paulson, del Centro de Libertad de Expresión de la Universidad Estatal de Middle Tennessee, argumentó que las empresas priorizan el dinero sobre el interés público.

Otro antecedente polémico en EE. UU.

Todo esto se dio en un contexto donde la FCC aprobó la adquisición de Paramount Global por parte de Skydance. Pocos días después, la productora se comprometió a corregir sesgos que afectaban la confianza del público en los medios. Es un intento de responder a las críticas, pero algunos analistas consideran que ABC tenía todo lo necesario para defender a Kimmel. Sin embargo, decidieron que no valía la pena, viendo las audiencias y los ingresos.

Desde algunos medios conservadores, hubo comparaciones entre la suspensión de Kimmel y la salida de otros presentadores como Tucker Carlson de Fox News, que ocurrió por pérdida de anunciantes. Sin embargo, Paulson lo aclaró, diciendo que en el caso del público descontento hay una diferencia: la presión que ejercen los gobiernos es mucha más coercitiva.

Trump, por su parte, insinuó que podría haber más suspensiones de licencias para las cadenas que se “opongan” a él.

Donald Trump y los riesgos para el pluralismo mediático

El Congreso, alineado con la administración republicana, aprobó en julio la eliminación progresiva de subsidios al sector audiovisual público en los próximos dos años. Aunque la FCC solo puede actuar sobre cadenas de televisión abierta, los analistas temen que la familia Ellison, cercana a Trump y actual dueña de Paramount Global, tome decisiones que afecten a otras corporaciones como Warner Bros Discovery y CNN.

En un artículo de The New York Times, William Cohan se mostró preocupado, sugiriendo que CBS y CNN podrían terminar pareciéndose demasiado a lo que Fox News y The New York Post nos presentan día a día. Esto, afirmó, podría dañar aún más la ya frágil democracia estadounidense.

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