25 años de la llegada de Lionel Messi a Barcelona
El 17 de septiembre de 2000, el fútbol argentino, y el mundial, dieron un giro inesperado cuando un joven de 13 años llamado Lionel Messi llegó a Barcelona. Todo esto, a espaldas del público, marcó el comienzo de una historia que todos conocemos hoy.
Aquel día, Leo, un pibe que enfrentaba dificultades de desarrollo, aterrizó en la capital de Cataluña junto a su padre, Jorge. La idea era simple: probar suerte y cumplir su sueño de convertirse en futbolista profesional. Buenas expectativas, ¿no?
Messi llegó a media mañana al aeropuerto de El Prat, proveniente de Buenos Aires, con dos pasajes comprados por Josep Maria Minguella. Este dirigente del Barcelona fue clave para que su llegada se concretara.
Minguella escuchó de Messi a través de un abogado argentino en Barcelona. Este le contó que, a sus apenas 12 años, el chico ya mostraba un talento excepcional. Sin embargo, en aquel momento, Minguella estaba más preocupado por otros asuntos del club, especialmente el futuro de Rivaldo. A pesar de todo, decidió tomar el tema de Messi como algo personal. Se interesó cuando recibió algunos vídeos que mostraban el talento del pibe, y ahí se dio cuenta de que podía ser alguien especial.
Minguella decidió hacer algo: pagó pasajes de avión y reservaron un hotel de categoría media en plaza Universidad. En esos días, el club no tenía presupuesto para la cantera, y menos aún para un niño casi desconocido. Aunque aceptaron hacerle pruebas, no había compromisos por parte del club.
La entrada de Messi al club no fue del todo fácil. Minguella recuerda que “el comienzo no fue lo que se dice coser y cantar”. Messi, que medía menos de 1,50 metros, no pasó desapercibido. Algunos lo veían como una maravilla, mientras que otros se burlaban de su físico, argumentando que cualquier defensa lo podría lastimar. Había muchas dudas sobre su futuro en el deporte.
Lo que hizo Minguella resultó ser una decisión magistral. “Sí, claro que vi algo diferente… Pero seamos sinceros, a los 13 años no podíamos imaginar todo lo que vendría”, destacó.
Dos meses después, la madre y los hermanos de Messi se unieron a él en Barcelona, y Minguella pagó nuevamente sus billetes y el alojamiento. En ese momento ya estaba entrenando y finalmente convenció a Carles Rexach de su talento.
Rexach, un histórico del Barcelona, se convirtió en el hombre que tuvo la visión de ofrecerle un contrato a Messi. De hecho, fue tan urgente que lo escribió en una servilleta. Este documento, firmado el 14 de diciembre de 2000, establecía que el club se comprometía a fichar a Messi, a pesar de las dudas que había.
Más de veinte años después, Messi se despidió del Barça en 2021, tras haber jugado 782 partidos y convertirse en el máximo goleador de la historia del club, con 674 goles en total. Además, acumuló la impresionante cifra de 35 títulos.