Nación retiene más de u$s500 millones del BID y CAF para obras
En medio de la millonaria deuda que la Nación mantiene con la Ciudad, se intensifican los pedidos de fondos por parte de las autoridades porteñas. El Ministro de Economía, Luis Caputo, había prometido liberar u$s535 millones destinados a obras de transporte y salud, pero hasta ahora no se ha visto ningún avance.
Durante las negociaciones entre el macrismo y los libertarios que llevaron al cierre de la alianza, se acordó desbloquear estos fondos de instituciones multilaterales para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Sin embargo, la frustración aumenta, y en los pasillos de Uspallata se percibe la impaciencia.
Créditos para el transporte y para salud
Dentro de este panorama, hay tres préstamos que todavía están pendientes. El más significativo es el acuerdo con la Corporación Andina de Fomento (CAF), que está en juego por u$s375 millones para la modernización de la Línea B del subte. Este dinero se destinaría a renovar todos los vagones, algo muy necesario. Adicionalmente, hay otro préstamo por u$s75 millones para adquirir nuevos materiales rodantes para las líneas A y C.
“En la negociación se incluyó que se liberaran los permisos para que la Ciudad pudiera adquirir los vagones”, comentaron fuentes del gobierno porteño. Sin embargo, no ha habido avances concretos desde la administración de Javier Milei. “La Nación tiene la última palabra. Toto debe dar el aval definitivo”, señalaron, refiriéndose al Ministro de Economía.
Aparte de los u$s450 millones que aguardan de la CAF, CABA también espera la liberación de u$s85 millones con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para implementar un sistema de historia clínica universal en todos los hospitales de la ciudad. Mientras tanto, se encuentran trabajando en el borrador del Presupuesto 2026 que será enviado a la Legislatura porteña. Este presupuesto refleja la necesidad de abordar la deuda, que ha bajado a u$s1.211 millones, una reducción del 65% desde los u$s3.442 millones en 2017.
Además, se está discutiendo un pedido de endeudamiento que el Parlamento porteño comenzará a tratar en los próximos días. Este préstamo, que rondaría los u$s400 millones, se utilizaría para adquirir material rodante y formaciones para una nueva línea F, que se espera comience a construirse en 2026, pero también requiere la aprobación de la Nación.
El reclamo por la coparticipación
Paralelamente a la búsqueda de los fondos, CABA mantiene su presión sobre la Nación para solucionar el tema de la coparticipación. Se refiere a los montos que se adeudan desde agosto de 2020, durante el gobierno de Alberto Fernández, hasta septiembre de 2024, cuando se logró un acuerdo entre Milei, Caputo, Macri, y su jefe económico, Gustavo Arengo.
“Nosotros teníamos el 3.5 y Alberto nos sacó el 2.1”, comentan en los pasillos de Uspallata. Desde ese momento, la Ciudad, bajo la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, ha recibido un 1.4, hasta que se concretó un entendimiento que elevó la coparticipación a un 2.95.
Sin embargo, este aumento no se entrega como la coparticipación habitual, que debería ser diaria, sino semanalmente, lo que ha generado críticas: “Si bien están cumpliendo, no es la forma que debe pagarse”, sostienen desde el gobierno porteño.
Desde que se implementó este acuerdo, las autoridades de CABA han insistido en que se modifique la forma de transferir los fondos. Además, han solicitado que se respete la decisión judicial que establece el 3.5 total. “La Corte no nos reconoce el total en la cautelar, sino el 2.95”, aclaran.
El otro reclamo importante es la deuda acumulada desde que el Frente de Todos redujo la coparticipación. Según sus cálculos, el monto adeudado ajustado por inflación se aproxima a u$s6.000 millones. “Es prácticamente la mitad del presupuesto porteño. Con eso podríamos hacer tres líneas de subte”, comentan.
Desde CABA reconocen que se está respetando el pago de la cautelar, pero siguen exigiendo el resto de los fondos. “Los u$s6 mil millones son un reclamo que tenemos planteado”, afirman, con la esperanza de que en algún momento se pueda abrir una mesa de negociación entre la Ciudad y la Nación.