Guerra Comercial: La Presión de los Aranceles de Trump en el Mercosur
La política proteccionista de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump continúa impactando a las economías de América Latina, en particular a Brasil, la nación más grande del Mercosur. Las recientes medidas arancelarias impuestas por EE.UU. generan inquietud sobre el efecto contagio que podrían tener sobre la economía argentina y las monedas locales.
Trump ha decidido implementar aranceles del 50% a productos esenciales de Brasil, como la carne y el café, utilizando justificaciones políticas en lugar de comerciales. Este enfoque podría arrinconar al presidente Lula da Silva y tiene el potencial de afectar significativamente a toda la región. La comunidad económica local se encuentra alerta ante las posibles repercusiones que estas decisiones podrían tener en el comercio regional.

Implicaciones de los Aranceles en la Economía Regional
En diálogo con analistas económicos, se ha sugerido que Brasil, como principal socio comercial de Argentina, podría experimentar un efecto dominó. En el pasado, la devaluación del real en 2024 causó una pérdida de competitividad que impactó directamente en la balanza de pagos, resultando en una fuga de capitales hacia Brasil por parte de turistas argentinos en busca de mejores precios.
La presión ejercida por los aranceles estadounidenses ha llevado a muchos economistas a recomendar acciones como negociar excepciones específicas, coordinar respuestas a nivel regional y fortalecer mercados alternativos. Estas medidas son vistas como esenciales para enfrentar la competencia desleal que podría surgir como resultado de las políticas de Trump.
Efectos en el Comercio y Estrategias de Respuesta
El exsecretario de Comercio de Brasil, Welber Barral, ha señalado que las consecuencias de los aranceles no se limitan solo a la pérdida de competitividad. Muchas empresas ya enfrentan cancelaciones o renegociaciones forzadas de sus envíos. Este cambio no solo afecta el flujo de caja de las compañías, sino que también puede llevar a decisiones difíciles como la postergación de pagos fiscales o la búsqueda de líneas de crédito temporales.
Con el objetivo de mitigar el impacto, el gobierno brasileño está considerando incluso la compra pública de bienes perecederos para absorber parte de la producción que quedaría desplazada. Sin embargo, algunos sectores, como el café arábico, podrían no sufrir tanto debido a su calidad y demanda.
Medidas Paliativas y Futuro del Mercosur
Barral advierte que la tentación de aplicar represalias simétricas debe ser manejada con cautela, ya que podría afectar las cadenas productivas locales. En este contexto, Argentina y Brasil están adoptando diferentes enfoques: mientras Argentina busca un acuerdo de preferencias, Brasil recurre a la Organización Mundial del Comercio (OMC) para abordar la situación.
A pesar de la asimetría en la exposición comercial, con Brasil exportando cerca del 11% de sus productos a EE.UU. en comparación con menos del 7% de Argentina, es esencial que ambos países coordinen esfuerzos. Barral propone cuatro ejes de acción conjunta: negociar excepciones para productos sin sustitutos inmediatos, coordinar respuestas regionales, fortalecer mercados alternativos y activar mecanismos de la OMC.
La política arancelaria de Trump parece ser parte de un cambio estructural en el comercio internacional, lo que requiere que las empresas del Mercosur incorporen esta volatilidad en su planificación. La forma en que los países del bloque respondan a esta situación será determinante para su estabilidad económica y su competitividad en el futuro.