Con el objetivo de potenciar el desarrollo de capacidades espaciales fundamentales para Estados Unidos, la NASA ha encargado a las compañías Cambrian Works y Katalyst Space Technologies la realización de estudios de diseño conceptual. La meta es lograr una posible maniobra que eleve la órbita del Observatorio Neil Gehrels Swift.
Desde su lanzamiento en 2004, la misión Swift ha sido un pilar en la investigación de fenómenos de alta energía en el universo. Sin embargo, su órbita baja terrestre ha estado decayendo gradualmente, un proceso común en la mayoría de los satélites. Este descenso se ha visto acelerado recientemente por un incremento en la actividad solar, lo que ha aumentado la resistencia atmosférica sobre la nave.
Impacto de la Nueva Órbita en la Misión Swift
La NASA argumenta que una órbita más elevada podría extender la vida útil científica de Swift, al mismo tiempo que permitiría impulsar capacidades de la industria estadounidense. La decisión de continuar con esta maniobra dependerá de los resultados técnicos de los estudios encargados.
En este momento, la NASA no tiene planes concretos para realizar una misión de reimpulso orbital, y existe la posibilidad de que la nave espacial termine reingresando a la atmósfera terrestre, como es habitual con muchos satélites al final de su ciclo de vida.
Colaboración con Starfish Space
Además de los contratos iniciales, la NASA está colaborando con Starfish Space para explorar la viabilidad de realizar el reimpulso orbital mediante un sistema que la empresa está desarrollando bajo el programa SBIR de Fase III. Este proyecto, denominado Capacidad de Propulsión e Inspección de Naves Espaciales Pequeñas (SSPICY), está diseñado principalmente para inspeccionar múltiples satélites en órbita baja, pero también podría adaptarse para operar con Swift.
Posibles Resultados de los Estudios Conceptuales
Los estudios conceptuales evaluarán si es más eficiente y económico mejorar las capacidades científicas de Swift o reemplazarlo por un nuevo observatorio. Los resultados de estas investigaciones serán fundamentales para determinar el futuro de la misión.
La posibilidad de elevar la órbita de la misión Swift representa una oportunidad significativa para la NASA y la industria espacial estadounidense. La comunidad científica espera con interés los resultados de estos estudios, que podrían tener un impacto duradero en la investigación astronómica.
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