Trump Ordena Nuevo Censo que Excluye a Migrantes Indocumentados
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha ordenado la realización inmediata de un nuevo censo nacional que excluya a los migrantes que se encuentren ilegalmente en el país. Esta decisión reaviva tensiones sobre la representación y los derechos civiles en el país.
En un mensaje publicado en su red Truth Social, Trump expresó: He ordenado a nuestro Departamento de Comercio que comience de inmediato a trabajar en un nuevo censo de alta precisión, basado en datos y cifras actuales y, fundamentalmente, utilizando los resultados y la información obtenidos en las Elecciones Presidenciales de 2024.

Controversia y Contexto
La última pesquisa oficial fue en 2020 y, según la Constitución, el próximo censo nacional debería llevarse a cabo en 2030. Sin embargo, el Congreso, actualmente controlado por los republicanos, tiene la capacidad de autorizar censos intermedios con fines estadísticos, aunque sus resultados no se utilizan para la redistribución de escaños ni para la representación.
Trump subrayó que las personas que se encuentren ilegalmente, NO SERÁN CONTADAS EN EL CENSO, reafirmando una postura que ya había defendido durante su primer mandato. Esta iniciativa se produce en medio de una fuerte polémica por los intentos de legisladores republicanos en Texas de redibujar el mapa electoral del estado, lo que podría añadir cinco nuevos escaños para su partido en la Cámara de Representantes en 2026.
Impacto en la Política y el Diseño Institucional
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Trump ha endurecido su política migratoria, promoviendo deportaciones masivas y restricciones al asilo. Con esta nueva medida, busca influir en el diseño institucional y en la distribución del poder político. Especialistas advierten que, de llevarse a cabo, el recorte en el conteo censal podría tener consecuencias significativas sobre el Congreso, el Colegio Electoral y la distribución de fondos y programas sociales.
Redefinición de Distritos Electorales
Donald Trump tiene un objetivo claro: evitar perder al menos una de las dos cámaras del Congreso en las elecciones intermedias de 2026, algo que ocurrió al Partido Republicano en 2018. Ante la posibilidad de perder la Cámara de Representantes, Trump solicitó al gobernador de Texas, Greg Abbott, que redefiniera los distritos electorales para asegurar una victoria en cinco escaños.
Abbott actuó de inmediato, convocando una sesión legislativa especial para aprobar el nuevo mapa de distritos. Sin embargo, los legisladores demócratas abandonaron Texas para evitar que se alcanzara el quórum necesario, manteniéndose fuera del estado hasta que finalice la sesión el 19 de agosto.
Este complejo panorama refleja la estrategia de Trump en un contexto electoral cada vez más competitivo, donde cada decisión puede tener un impacto duradero en el futuro político de los Estados Unidos.