Inversiones: Cómo Pensar una Cartera para el Segundo Semestre
La situación actual de los mercados financieros se puede describir con las palabras altibajos y volatilidad, reflejando los eventos que marcaron el primer semestre, tanto a nivel local como internacional. Con la llegada de la segunda presidencia de Donald Trump, el escenario geopolítico ha cambiado, generando nuevas dinámicas en los mercados.
Las fluctuaciones en materia de aranceles han creado una montaña rusa emocional entre los inversores, generando tanto desafíos como oportunidades. Aunque este tema parece más contenido en la actualidad, las negociaciones siguen en curso, y su desenlace aún no es seguro.

Impacto del Dólar y Mercados Emergentes
Los esfuerzos iniciales por establecer un rumbo fiscal sostenible en Estados Unidos han sido interrumpidos, lo que ha llevado a desconfianza entre los inversores y ha afectado al dólar. Esto ha llevado a la pregunta: ¿puede el dólar perder su estatus de reserva global? Si bien no hay una respuesta clara, la falta de señales sobre la reducción del déficit fiscal mantiene la incertidumbre sobre el mercado de bonos.
Desde la perspectiva del inversor, surge la inquietud sobre cómo esto impactará a los mercados emergentes, incluida Argentina. Sorprendentemente, este escenario podría resultar positivo debido a varios factores. En primer lugar, un dólar débil puede elevar los precios de los commodities, beneficiando a los países exportadores de materias primas. Además, los conflictos bélicos suelen incrementar los precios del petróleo, lo que a su vez mejora las balanzas comerciales.
La fuerte ortodoxia económica en la región, con la excepción de Brasil, ayuda a disminuir la volatilidad cambiaria. Recientemente, las monedas locales han mostrado fortaleza, lo que favorece la exposición a la deuda doméstica. A su vez, la región se encuentra alejada de los focos de riesgo geopolítico, lo que aumenta la previsibilidad para el capital extranjero en busca de oportunidades.
Por último, el crecimiento global se mantiene resiliente, brindando una oportunidad a los países latinoamericanos para insertarse comercialmente en un contexto internacional competitivo.
El Abordaje a un Portafolio Todoterreno
Con este contexto, la diversificación debe ser la clave en cualquier portafolio para la segunda mitad de 2025. Las tasas globales actuales ofrecen una buena relación riesgo-retorno. Los Treasuries a corto plazo están ofreciendo tasas superiores al 4% anual, lo que supera la tasa de inflación en Estados Unidos. También hay bonos corporativos de grado de inversión con tasas cercanas al 5% anual.
En cuanto al equity estadounidense, la situación es más exigente, por lo que es esencial ser más selectivo que nunca. Muchas de las acciones de las grandes tecnológicas siguen en zonas de fuerte crecimiento, aunque sus valoraciones están algo estiradas. En América Latina, las acciones emergentes presentan oportunidades atractivas, con relaciones precios/ganancias en buenos niveles de entrada. Brasil, en particular, podría tener un potencial de recuperación frente a otros mercados de la región, aunque el riesgo de que sea demasiado pronto para un trade electoral sigue presente.
En Argentina, el exitoso ordenamiento macroeconómico contrasta con los desafíos micro, lo que favorece una mayor exposición a los bonos soberanos en lugar de a las acciones. Con tasas de interés de dos dígitos y la posibilidad de reducción del riesgo país, los bonos soberanos hard dollar siguen siendo atractivos. Para quienes están dispuestos a asumir más riesgo, las acciones del sector Oil & Gas son opciones recomendables en cualquier cartera.
Más allá de estas consideraciones, la clave estará en monitorear los acontecimientos para distinguir entre factores coyunturales y tendencias a largo plazo. Aunque es fácil de decir, implementar esta estrategia puede resultar complicado.
Head de Research & Strategy en Inviu