Un violento incidente ha impactado profundamente a Corea del Sur y su sistema de transporte subterráneo. El pasado 31 de mayo, un hombre de 67 años, identificado como Won, provocó un incendio dentro de un tren en movimiento de la Línea 5, poniendo en riesgo la vida de 160 pasajeros.
El ataque ocurrió mientras el tren transitaba por un túnel entre las estaciones Yeouinaru y Mapo. La acción fue premeditada, ya que Won había planificado el ataque con al menos diez días de anticipación, comprando 3.6 litros de nafta y utilizando un casco para ocultar su identidad.
Detalles del Incidente
Las cámaras de vigilancia registraron el momento en que Won vació nafta en el suelo del vagón antes de encenderla. Esto generó un pánico inmediato entre los pasajeros, quienes intentaron escapar del humo y las llamas en un espacio cerrado.
Como resultado, 22 personas fueron hospitalizadas con quemaduras, entre ellas una mujer embarazada que se vio afectada por el combustible. Otras 129 necesitaron atención médica debido a lesiones, inhalación de humo o crisis de nervios.
Motivaciones Detrás del Ataque
Durante el juicio, Won confesó que su intención era quitarse la vida mediante el incendio, pero también buscaba causar un fuerte impacto en la sociedad. Quería convertirme en un objeto de atención social, declaró ante los jueces.
La fiscalía atribuyó su acción a una reacción extrema tras perder una apelación en su juicio de divorcio, interpretando la resolución judicial como una afrenta personal. Aunque los expertos descartaron signos de psicosis, señalaron características como egocentrismo y delirios de victimización en su comportamiento.
Las Consecuencias Legales
Las autoridades imputaron a Won por intento de asesinato múltiple, incendio intencional en transporte público y violación de la Ley de Seguridad Ferroviaria. Podría enfrentar la pena máxima bajo el sistema judicial surcoreano.
Su decisión de iniciar el fuego en un espacio cerrado y lleno de personas evidenció una clara intención de causar un daño masivo, según la acusación.
Medidas de Seguridad y Debate Público
Tras el incidente, se ha reavivado la preocupación pública sobre la seguridad en el transporte. La estructura de los trenes, que incorpora materiales ignífugos desde el trágico incendio en el metro de Daegu en 2003, ayudó a prevenir una tragedia mayor.
Sin embargo, la conmoción por este ataque ha llevado a las autoridades a revisar los protocolos de prevención y emergencia en la red de subterráneos de Seúl. Este hecho ha generado un amplio debate en medios y redes sociales, donde muchos critican la falta de controles sobre el acceso a materiales peligrosos y la detección tardía de perfiles psicológicos de posibles agresores.
Organizaciones ciudadanas han exigido mecanismos más efectivos para identificar y contener a individuos con antecedentes judiciales o en crisis emocional, subrayando que este tipo de personas no pueden actuar impunemente en espacios públicos.
La tragedia en el metro de Seúl resalta la importancia de la seguridad en el transporte público y la necesidad de medidas preventivas más robustas para proteger a los ciudadanos.
