Fuertes Protestas en Venecia contra el Casamiento de Jeff Bezos
El casamiento de Jeff Bezos, fundador de Amazon, y su pareja Lauren Sánchez, ha desatado una ola de protestas en Venecia. Las celebraciones de su boda, que comenzaron este fin de semana, han generado descontento en diversos colectivos locales que denuncian el impacto social de este tipo de eventos privados en una ciudad históricamente afectada por el turismo masivo y la desigualdad.
Bezos llegó a la ciudad en un taxi acuático con un dispositivo de seguridad reforzado, que incluía dos embarcaciones de apoyo, dirigiéndose al Hotel Aman, uno de los pocos hoteles de siete estrellas del mundo, situado sobre el Gran Canal.

Movilizaciones y Pancartas en Puntos Clave
Grupos activistas de Venecia han llevado a cabo diversas acciones en rechazo a la celebración. Desde el lunes, pancartas críticas se han exhibido en lugares emblemáticos. En la Plaza San Marcos, militantes de Greenpeace junto a un grupo británico que se opone a Elon Musk, colgaron un cartel que decía: Si podés alquilar Venecia, podés pagar más impuestos, acompañado de una imagen sonriente de Bezos.
La consigna general de las agrupaciones fue No hay espacio para Bezos, haciendo alusión tanto a la falta de acceso a la vivienda en la ciudad como al vuelo espacial de Lauren Sánchez. El miércoles, manifestantes recorrieron el Gran Canal en botes, transportando un maniquí de Jeff Bezos montado sobre una caja de Amazon y rodeado de billetes falsos.
El objetivo de esta acción no fue directamente la boda, sino visibilizar el acaparamiento de la riqueza y la creciente privatización del espacio público. Los organizadores de la protesta planeaban acciones más contundentes para el sábado, como bloquear el ingreso de los invitados, pero decidieron convocar a una marcha festiva desde la estación central de trenes.
El Cambio de Locación de la Boda
Los manifestantes se alegraron al saber que los organizadores reubicaron la celebración al Arsenale, un lugar menos accesible y con mayor seguridad. La protesta será fuerte, decisiva pero pacífica, afirmó Federica Toninello, representante de la Asamblea de Vivienda Social, enfatizando que el objetivo es visibilizar las demandas de la comunidad local.
Entre los 200 invitados a la ceremonia se encuentran figuras como Mick Jagger, Ivanka Trump, Oprah Winfrey, Katy Perry y Leonardo DiCaprio. La presencia de celebridades ha atraído la atención global, lo que los vecinos han aprovechado para expresar sus reclamos.
El Respaldo Oficial de Venecia
El alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, ha respaldado la celebración, describiéndola como un acontecimiento positivo para la ciudad. Venecia se revela una vez más como un escenario global, afirmó el funcionario ante la prensa local. Sin embargo, el casamiento ha reavivado el debate sobre la política turística de la ciudad y el acceso a la vivienda.
Para los residentes, eventos como este profundizan el modelo excluyente que prioriza la renta turística por encima de las necesidades urbanas. La crisis habitacional que enfrenta Venecia desde hace años, junto con el crecimiento de alojamientos temporarios como Airbnb, ha alimentado un clima de descontento.
Las organizaciones civiles sostienen que, mientras las viviendas son convertidas en hoteles, los ciudadanos ven restringido su derecho a permanecer en la ciudad que habitan.
El Fondo Bezos y los Cuestionamientos Ambientales
En medio de las críticas, algunos sectores intentaron matizar el rechazo, recordando que el Fondo Bezos para la Tierra ha destinado recursos a causas ambientales en la región. Sin embargo, no se han especificado montos ni proyectos concretos, y los voceros ambientalistas locales insisten en que tales aportes no resuelven los problemas estructurales.
La boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez ha reavivado el debate global sobre los efectos de la concentración de la riqueza. El uso simbólico y real del espacio veneciano como un escenario de lujo contrasta con la realidad cotidiana de sus habitantes, quienes enfrentan problemas de acceso a la vivienda, precarización laboral y desplazamiento de las actividades tradicionales.
Para los manifestantes, este tipo de eventos evidencia un modelo económico que excluye y prioriza a una élite sobre el bienestar colectivo. La protesta, lejos de oponerse al matrimonio, busca cuestionar el uso desigual del patrimonio urbano y el papel del turismo de lujo en la transformación de las ciudades.