Este año se conmemora el 31 aniversario de uno de los momentos más impactantes en la historia del fútbol argentino. El día en que Diego Armando Maradona fue apartado del Mundial de Estados Unidos 1994 sigue resonando en la memoria colectiva, dejando una herida abierta que duele recordar. Su último partido con la albiceleste no solo marcó el fin de una era, sino que también expuso el lado oscuro del deporte.
La icónica imagen de Maradona tomado de la mano por una enfermera simboliza una despedida inesperada. La noticia del doping sacudió al plantel y a millones de hinchas que se negaban a creer lo que sucedía. Fue un final abrupto que no merecían ni los seguidores ni el propio jugador, quien nació en Villa Fiorito.
La verdad de Roberto Peidró sobre el escándalo
Roberto Peidró, el médico encargado de la contraprueba, relató que desde el inicio hubo irregularidades en el proceso. Afirmó que la muestra ya venía contaminada y que solicitó su anulación debido a que no cumplía con los estándares del protocolo. No obstante, su reclamo fue desestimado y el resultado positivo se mantuvo.
Maradona, al enterarse de la noticia, se mostró desolado. Me cortaron las piernas, le confesó a Peidró. Creyó haber tomado un suplemento para adelgazar, sin ser consciente de que contenía sustancias prohibidas. Para él, esto fue una traición y una injusticia que lo marginó del Mundial y del fútbol.
La reacción de Maradona y el impacto en el equipo
La pérdida de Maradona en el equipo fue un golpe devastador. No solo era el capitán, sino también el alma del grupo. Su ausencia se sintió tanto dentro como fuera del vestuario. La FIFA actuó con rapidez, imponiendo una suspensión inmediata y una sanción de 15 meses sin poder jugar profesionalmente. Argentina, que había comenzado el torneo con entusiasmo, se vio privada de su figura más emblemática, y el sueño colectivo se desvaneció en cuestión de segundos, culminando en una eliminación ante Rumania.
Maradona nunca aceptó el castigo sin cuestionarlo. Me mataron, me arrancaron el sueño, afirmó en una conmovedora conferencia de prensa. Insistió en que no se había dopado intencionadamente y que la sanción fue desproporcionada. Para muchos, este tratamiento fue más político que deportivo, evidenciando las tensiones que rodearon su figura.
Un legado marcado por la controversia
El escándalo del doping no solo afectó a Maradona, sino que también dejó una marca indeleble en la historia del fútbol. Su legado continúa siendo objeto de debate y reflexión, y su figura sigue siendo recordada con una mezcla de admiración y controversia. A 31 años de aquel fatídico día, la historia de Maradona y su trágica salida del Mundial sigue siendo un recordatorio de las complejidades que pueden surgir en el camino de un ícono del deporte.
