Flexibilización en la Importación de Pilas y Baterías
Recientemente, el Gobierno nacional ha introducido un cambio significativo en la legislación que regula la importación de pilas y baterías primarias. Esta modificación, enmarcada en un esfuerzo por desregular el comercio, busca facilitar los procesos de importación y mejorar la competitividad del mercado.
El Decreto 431/2025, publicado en el Boletín Oficial, elimina ciertas exigencias técnicas locales que complicaban la importación. A partir de ahora, las baterías y pilas podrán contar con certificaciones de organismos internacionales, lo que promete reducir costos y tiempos para los importadores.

Nueva Estructura Regulatoria
El decreto modifica aspectos clave de la Ley N° 26.184, específicamente en lo que respecta a la certificación de productos. Anteriormente, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) era el único organismo autorizado para emitir certificaciones, lo que generaba un proceso burocrático extenso. Ahora, esta responsabilidad se comparte entre la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes y la Secretaría de Industria y Comercio del Ministerio de Economía.
Esta nueva estructura permite una validación más ágil y amplia, aunque aún queda por definir qué organismos internacionales serán aceptados para emitir dichas certificaciones. Mientras tanto, el régimen anterior se mantendrá vigente hasta que se establezcan las nuevas normativas.
Objetivos de la Desregulación
La reforma busca alinearse con la Ley Bases N° 27.742, que promueve la apertura del comercio exterior y la eliminación de restricciones. La intención es que el país no se aísle tecnológicamente y que se facilite la llegada de productos avanzados al mercado argentino.
Sin embargo, el decreto también plantea desafíos importantes. La reducción de controles podría generar preocupaciones sobre la calidad de los productos que ingresan al país, especialmente aquellos que contienen materiales potencialmente tóxicos, como las pilas y baterías.
Implicaciones para el Mercado
Desde el punto de vista del consumidor, esta flexibilización puede traducirse en precios más accesibles y una mayor variedad de productos. En particular, pilas comunes como las AA y AAA podrían volverse más asequibles. Sin embargo, existe el riesgo de que productos de baja calidad ingresen al mercado, lo que podría afectar la durabilidad y el rendimiento.
Para la industria local, la mayor competencia de productos importados podría representar un desafío. Los fabricantes nacionales deberán adaptarse rápidamente a un entorno más competitivo o enfrentar riesgos de debilitamiento ante la avalancha de productos foráneos.
Consideraciones Finales
La modificación a la Ley 26.184 es un reflejo claro del enfoque desregulador del Gobierno, orientado a reducir costos y simplificar procesos. Sin embargo, este tipo de medidas requieren una fiscalización adecuada para asegurar que la calidad y la seguridad de los productos no se vean comprometidas.
El éxito de esta reforma dependerá en gran medida de cómo se implemente y de la capacidad del Estado para monitorear la calidad de los productos importados. Así, será esencial establecer un marco claro que garantice que los beneficios económicos no vengan acompañados de riesgos para la salud pública y el medio ambiente.
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