Ubicado en la Riviera Francesa, Mónaco se ha consolidado como uno de los destinos preferidos por los individuos de mayor poder adquisitivo a nivel mundial. Sin embargo, este enclave de apenas dos kilómetros cuadrados enfrenta un fenómeno inusual: una superpoblación de millonarios que ha dejado al país prácticamente sin espacio habitable.
Un reciente informe reveló que más del 30% de sus habitantes son millonarios, posicionando a Mónaco como el lugar con la mayor concentración de riqueza por metro cuadrado en el mundo. A pesar de su abundancia económica, conseguir un lugar para residir en Mónaco se ha convertido en una tarea casi imposible, incluso para los más ricos.
Un Crecimiento Vertical y una Densidad Poblacional Sin Precedentes
El pequeño país ha experimentado un crecimiento vertical en sus laderas, lo que ha llevado a una densidad poblacional sin precedentes: 38,000 personas viven en un área menor que muchos barrios de grandes ciudades latinoamericanas. Esta situación se agrava en temporadas altas, cuando miles de turistas colapsan hoteles y espacios públicos.
A pesar de su glamorosa imagen, el verdadero atractivo de Mónaco radica en su régimen tributario singular. Desde 1869, cuando se eliminó el impuesto sobre la renta para las personas físicas, el país se ha transformado en un refugio fiscal para las élites europeas. Esto ha permitido a los residentes evitar tributos sobre salarios, inversiones o herencias, en contraste con las altas tasas que se pueden encontrar en otros países de la región.
El Mercado Inmobiliario: Una Presión Insostenible
El mercado inmobiliario de Mónaco refleja esta presión: la ciudad ha sido catalogada como la más cara del planeta, con precios que alcanzan hasta 40,000 dólares por metro cuadrado en departamentos de lujo. Las construcciones se han adaptado al terreno, creciendo hacia las alturas y excavando bajo el suelo, pero las limitaciones ambientales y urbanísticas han detenido muchas iniciativas.
Mareterra: Una Solución al Problema de Espacio
Para enfrentar la falta de espacio, Mónaco lanzó el proyecto Mareterra, una expansión hacia el mar impulsada por el príncipe Alberto II en 2013. Este nuevo barrio se construyó sobre seis hectáreas ganadas al Mediterráneo, representando un 3% adicional del territorio nacional. Inaugurado en diciembre de 2024, el proyecto requirió una inversión de 2,000 millones de euros.
Mareterra incluye apartamentos, casas, una marina, comercios selectos y espacios públicos, construidos sobre plataformas de hormigón ancladas al lecho marino. Con esta iniciativa, Mónaco busca continuar su tradición de expansión marítima que data de 1907.
Críticas y Elogios por la Sostenibilidad
El proyecto ha sido presentado como un barrio ecológico, equipado con 9,000 metros cuadrados de paneles solares y 200 estaciones para vehículos eléctricos. Sin embargo, organizaciones ambientalistas han alertado sobre posibles daños irreversibles en ecosistemas marinos y consecuencias para la pesca costera. A pesar de los estudios que respaldan la adaptación de flora marina, el debate sobre la sostenibilidad de Mareterra sigue vigente.
Aunque se promociona como una solución a la falta de viviendas, los precios en Mareterra superan los 100,000 euros por metro cuadrado, lo que la coloca entre las más exclusivas del mundo. Con esta iniciativa, Mónaco refuerza su imagen como un refugio de fortunas globales, dejando claro que, incluso en un paraíso para los ricos, el espacio no es infinito.
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