La situación actual en la industria vitivinícola argentina genera gran preocupación. Las bodegas enfrentan un escenario complicado debido al fuerte aumento de los impuestos, lo que impacta directamente en su rentabilidad. Un reciente informe de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) revela que, de cada 100 pesos que factura una bodega, solo 7 pesos son ganancias limpias tras cubrir costos y tributos.
Este preocupante panorama se debe a que una bodega que produce su propia uva enfrenta costos de producción, ventas y administración que consumen el 81% de sus ingresos. Esto deja una ganancia bruta de 19 pesos, de los cuales casi 12 pesos se destinan al pago de impuestos. Así, solo quedan 7 pesos por cada 100 facturados, lo que refleja una presión impositiva insostenible.
Impacto de la Presión Impositiva en el Sector
El estudio elaborado por especialistas de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Cuyo destaca que la presión fiscal sobre la vitivinicultura en Argentina es significativamente mayor al promedio nacional y casi duplica lo que se paga en países como Chile. Este aumento ha sido constante desde que se comenzó a medir en 2017, lo que genera serias preocupaciones sobre la viabilidad del sector.
De acuerdo con el informe, la presión impositiva actual representa el 57,1% del excedente de explotación en fincas y el 62,4% en bodegas. Estos valores son alarmantes, ya que superan el promedio de impuestos que se aplican a otras actividades económicas en Mendoza y en todo el país. En Chile, por ejemplo, los impuestos sobre el excedente puro de explotación son mucho más bajos, con un 33,3% para fincas y un 42,4% para bodegas.
Distribución de la Carga Impositiva
- Impuesto a las Ganancias: Representa el 20,8% de la presión fiscal total.
- Impuestos al Trabajo: Contribuyen con un 17,1% a la carga tributaria.
- Débitos y Créditos (Impuesto al Cheque): Aportan un 10,9% del total.
- Ingresos Brutos: Este impuesto provincial ocupa el cuarto lugar, con una participación del 3,4%.
El informe también revela que la carga impositiva ha aumentado notablemente desde 2017, cuando se registraba un 45% para fincas y un 58% para bodegas. Este crecimiento plantea serias interrogantes sobre la sostenibilidad del sector a largo plazo.
El Futuro de la Vitivinicultura Argentina
La creciente presión impositiva podría obligar a las bodegas argentinas a buscar mercados alternativos para exportar su producción. La adaptación a esta nueva realidad se vuelve crucial para la supervivencia de muchas empresas del sector. La necesidad de explorar nuevas estrategias de mercado se hace evidente ante un panorama fiscal que amenaza con ahogar a un sector vital para la economía argentina.
La situación es crítica y requiere atención urgente de las autoridades para evitar que la vitivinicultura, un pilar de la cultura y la economía nacional, se vea gravemente afectada. ¿Qué medidas se implementarán para aliviar la carga impositiva? La respuesta a esta pregunta es fundamental para asegurar el futuro de la industria vitivinícola en Argentina.
Es hora de actuar y replantear la relación entre el sector vitivinícola y el sistema tributario. La salud de la industria depende de un marco fiscal que permita su desarrollo sostenible y competitivo en el ámbito internacional.
