Inflación: previsiones del Gobierno y el mercado tras la desaceleración de mayo
El contexto económico actual presenta un panorama complejo, donde el Gobierno ha optado por mantener planchado el tipo de cambio para favorecer una menor inflación. Sin embargo, se reconoce que no se prevé que el dólar descienda al piso de la banda cambiaria. En mayo, se registró una notable desaceleración en el índice de Precios al Consumidor, que pasó de un 2,8% en abril a un 1,5%, la variación más baja en cinco años, en un entorno donde la actividad económica crece a un ritmo del 6% anual.
Este desempeño en el índice de precios es significativo, ya que la última vez que se alcanzó un 1,5% fue durante la pandemia en mayo de 2020, cuando la economía estaba paralizada. Si se excluye ese periodo, la última variación menor se remonta a noviembre de 2017, con un 1,4%. El Gobierno destaca que esta disminución en la inflación se dio en un momento de expansión económica.

Impacto del levantamiento de restricciones cambiarias
Un aspecto importante señalado por el Gobierno es que la baja en el Índice de Precios al Consumidor se produjo en coincidencia con el levantamiento de algunas restricciones cambiarias. Aunque el cepo persiste para las empresas, la liberalización de controles para personas físicas no resultó en un aumento drástico del dólar, como se temía, sino que se mantuvo estable.
Además, la inflación sigue su tendencia a la baja, a pesar de los ajustes en los precios relativos que están llevando a cabo las autoridades. Un informe reciente de la Universidad de Buenos Aires indicó que la inflación intermensual de los servicios superó la de los bienes en la mayoría de los meses desde el inicio del nuevo gobierno, con un aumento aproximado del 33% en términos relativos para los servicios.
Variaciones en precios de productos
En el mes de mayo, se observaron cambios significativos en los precios de diversos productos. Por ejemplo, la lechuga experimentó una caída del 25% en su precio en comparación con abril, mientras que la papa disminuyó un 8%. Estas caídas en precios, junto con el retraso en los aumentos tarifarios de servicios como el gas, contribuyeron a la desaceleración del índice de precios.
A largo plazo, algunos productos en el área del Gran Buenos Aires muestran variaciones notables. Por ejemplo, el asado ha subido un 68% en el último año, y los huevos de gallina un 56%, en contraste con una disminución del 20% en el precio del arroz blanco y del 14% en el de la lechuga.
Perspectivas de inflación y dólar
El Gobierno ha indicado que espera que la inflación se desplome en algún momento debido a su política de restricción monetaria, aunque evita hacer pronósticos concretos. En el presupuesto de 2025, se preveía un aumento de precios del 18,3%, mientras que hasta mayo, la inflación acumulada es del 13,3%. Esto sugiere que para no superar la meta, la inflación debería aumentar solo un 4,5% en los meses restantes.
Los economistas, sin embargo, no son tan optimistas y proyectan una inflación de 28,6% para el año, con tasas mensuales que disminuirían de 1,9% en junio a 1,6% en noviembre. Las proyecciones internas del Ministerio de Economía son más favorables, esperando una inflación mensual alrededor del 1% para fin de año.
La estabilidad de los precios puede verse favorecida por la política de equilibrio fiscal y restricción monetaria del Gobierno, aunque persisten dudas sobre el tipo de cambio. Históricamente, cuando el dólar se ha mantenido bajo, se han presentado tensiones cambiarias que han llevado a correcciones, como en 2014 y 2018.
Finalmente, los operadores están atentos a los movimientos del mercado en las próximas semanas, especialmente ante la posible disminución de la oferta del sector agropecuario y un aumento en la demanda de divisas, común en períodos previos a elecciones, lo que podría influir en la percepción de que el dólar está barato.