Detienen al Ladrón Tras el Tiroteo que Hirió a Thiago Correa
La Policía ha detenido al delincuente que estaba prófugo después del tiroteo en el que resultó herido Thiago Correa Medina, un niño de apenas 7 años. Este trágico incidente tuvo lugar en La Matanza y conmovió a toda la comunidad, especialmente tras la noticia del fallecimiento del menor a causa de un disparo en la cabeza durante un intento de robo.
El operativo de búsqueda fue liderado por el Grupo Táctico Operativo (GTO), que realizó un rastreo exhaustivo en la zona. Después de un primer allanamiento fallido, lograron localizar al sospechoso en las cercanías de la calle 900 y avenida Central, en el barrio Villegas, Ciudad Evita.

Detención del Sospechoso
El delincuente, identificado como Joaquín López Otto, fue reconocido por un agente de civil que pasaba por el lugar. Fue aprehendido de inmediato y puesto a disposición de la justicia. El fiscal de Homicidios de La Matanza, Diego Rulli, ordenó su traslado a una sede judicial para continuar con el proceso legal correspondiente.
La Situación del Policía Involucrado
En paralelo, sigue detenido Facundo Aguilar Fajardo, el agente de la Policía Federal Argentina que disparó durante el asalto. Está imputado por homicidio simple con dolo eventual, lo que conlleva una pena que oscila entre 8 a 25 años de prisión.
Durante su declaración, Aguilar expresó su pesar y remarcó: Prefería que me mataran a mí antes que a Thiago. Relató que fue atacado por cuatro personas mientras estaba acompañado por su madre y que actuó en defensa propia. Si esos cuatro tipos no hubieran querido matarnos, esto no habría pasado y Thiago seguiría vivo, comentó visiblemente afectado.
El policía también describió la escena como muy oscura, lo que dificultó su visión de los sucesos. Era imposible que lo hubiera visto, añadió, defendiendo su posición en el incidente.
Progresos en la Investigación
La causa avanza con la reciente detención del prófugo, y las autoridades continúan investigando los detalles del tiroteo que resultó en la muerte de un niño inocente. Este caso ha generado una profunda reflexión sobre la seguridad y la violencia en las calles.
El dolor de la familia de Thiago resuena en la comunidad, que exige justicia y cambios en la forma en que se maneja la seguridad. La historia de Thiago no solo es una tragedia personal, sino también un llamado a la acción para mejorar las condiciones de vida y seguridad en la región.
Es fundamental que la sociedad se una para apoyar a las víctimas de la violencia y buscar soluciones efectivas. La justicia debe prevalecer y el recuerdo de Thiago debe servir como un impulso para construir un futuro más seguro.