La inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser una promesa futurista para convertirse en una realidad tangible y transformadora en el presente. Según Luis Sanz, vicepresidente de IBM Consulting, los agentes autónomos son capaces de mejorar la eficiencia empresarial entre un 40% y un 60%, automatizando desde tareas administrativas hasta decisiones de mediana complejidad. Aquellos que no adopten esta tecnología enfrentarán serios problemas de competitividad en el mercado actual.
Las grandes corporaciones no han dudado en implementar sistemas basados en IA para optimizar sus operaciones. Empresas como Amazon, J.P. Morgan, Walmart y Microsoft han integrado esta tecnología para mejorar la gestión de recursos humanos, cadenas logísticas y análisis financieros. En España, por ejemplo, PwC ha estimado que la IA representa un diferencial salarial del 25% para los perfiles que manejan estas herramientas.
El impacto en el empleo y la economía
El Barómetro Global del Empleo de PwC advierte que los empleos rutinarios, administrativos y logísticos son los primeros en verse amenazados por la automatización. En Europa, se estima que más de 400.000 puestos de trabajo podrían desaparecer antes de 2034. Sin embargo, aunque se están generando nuevos empleos, estos suelen ser en áreas como ciencia de datos, ingeniería de machine learning y diseño de productos digitales, con un enfoque más elitista.
En Argentina, la situación es mixta. Mientras que grandes empresas tecnológicas como Globant y Mercado Libre están avanzando en la formación de modelos de IA, la adopción de esta tecnología en pequeñas y medianas empresas (PyMEs), sindicatos y organismos públicos sigue siendo tímida.
Visiones sobre el futuro del trabajo
Figuras prominentes en el mundo de la tecnología han compartido sus visiones sobre el futuro del trabajo en relación con la IA. Elon Musk, en el evento VivaTech 2024, afirmó que no hará falta trabajar porque la IA podrá hacerse cargo de casi todas las tareas. Para él, será fundamental contar con un ingreso universal que otorgue sentido a la vida.
Jeff Bezos, por su parte, sostiene que la IA no elimina empleos, los transforma, enfatizando la necesidad de utilizar la tecnología para mejorar el bienestar humano. Amazon lidera desarrollos en inteligencia predictiva, aplicándola tanto al consumo como a la logística.
Bill Gates prevé que, en un futuro cercano, la semana laboral se reduzca a solo dos días gracias a la implementación de la IA. Mientras que Steve Jobs, hace 40 años, ya imaginaba un futuro donde podríamos conversar con Aristóteles gracias a los avances tecnológicos. Hoy, los modelos de lenguaje como GPT o Claude hacen que esa visión sea una realidad accesible.
El desafío de la regulación y la equidad
El concepto de capitalismo inteligente ya no es solo una metáfora; se ha convertido en un modelo operativo. Sin embargo, la falta de regulación puede dar lugar a un Leviatán digital que no solo desemplea en masa, sino que también concentra el poder y erosiona derechos fundamentales. Argentina, aún a tiempo, debe impulsar políticas activas que incluyan reconversión laboral, reentrenamiento y un marco normativo que asegure que la IA no solo sea rentable, sino también justa.
Como reflexionó un pensador chino: cuando sopla el viento del cambio, algunos construyen muros, otros molinos. Ahora es el momento de elegir el camino hacia un futuro donde la inteligencia artificial sea una herramienta que beneficie a todos.
