En su reciente Audiencia General, el papa León XIV hizo un ferviente llamado a la paz en la Franja de Gaza y en Ucrania. En su discurso, el Pontífice destacó la importancia de la compasión universal, que no debe limitarse al ámbito religioso, sino que debe surgir de una profunda humanidad compartida.
Un Llamado a la Compasión
Durante su intervención, el Papa se centró en la parábola del buen samaritano, instando a los líderes de ambas regiones a cesar las hostilidades y liberar a los detenidos. Renuevo mi llamamiento a los responsables: que cese el fuego. Que se liberen todas las personas privadas de la libertad con su derecho humanitario, expresó visiblemente conmovido por las consecuencias humanitarias de ambos conflictos.
La Urgencia de la Ayuda Humanitaria
León XIV también enfatizó la necesidad de permitir el acceso de ayuda humanitaria en Gaza. Antes que una cuestión religiosa, ¡la compasión es una cuestión de humanidad! Antes de ser creyentes, estamos llamados a ser humanos, señaló frente a miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro. Su mensaje fue claro: la compasión debe ser un valor que trasciende las fronteras religiosas.
El Drama de la Población Civil
El Papa no escatimó en palabras al describir el sufrimiento de la población en la Franja de Gaza. Desde allí se eleva cada vez más al cielo el llanto de las mamás y papás que estrechan los cuerpos sin vida de los niños, afirmó con tono firme, mientras reiteraba su solidaridad con el pueblo ucraniano. Aseguro mi cercanía y oración por todos, en especial por los niños y sus familias, agregó.
Reflexiones sobre la Esperanza
En su mensaje, el Pontífice también reflexionó sobre las causas más profundas del sufrimiento contemporáneo. Invitó a reconsiderar visiones rígidas o egoístas de la vida, sugiriendo que la falta de esperanza a menudo proviene de una perspectiva limitada. La falta de esperanza, a veces, se debe a que nos quedamos atrapados en una cierta forma rígida y cerrada de ver las cosas, explicó.
Un Llamado a la Acción
Retomando el relato del samaritano, el Papa instó a adoptar una actitud activa ante el sufrimiento ajeno. Nos encontramos frente al otro y podemos decidir qué hacer: cuidar de él o hacer como si nada, dijo, enfatizando que la verdadera ayuda requiere involucrarse. Si quieres ayudar a alguien, no puedes pensar en mantenerte a distancia; tienes que implicarte, ensuciarte, quizás contaminarte, concluyó.
El mensaje del Papa León XIV, marcado por la urgencia de construir un mundo más justo y solidario, subraya la importancia de la compasión en tiempos de conflicto. Su figura se erige como un símbolo de humanidad dispuesta a implicarse con el sufrimiento ajeno, instando a todos a unirse en oración y acción por la paz.
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