La inflación y la salida del cepo impactan en el precio de la carne
El reciente aumento de precios en la carne ha generado preocupación en la población, con incrementos que alcanzan hasta el 36% en ciertos cortes. A pesar de algunos signos de recuperación económica, el consumo de carne vacuna sigue en mínimos históricos, particularmente entre los sectores más vulnerables de la sociedad. Esta situación ha llevado a muchas familias a sustituir la carne por opciones más económicas, como pollo y cerdo, así como productos básicos como fideos y arroz.
Según datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), los precios de los cortes han experimentado fuertes subas en las últimas semanas. Por ejemplo, el roast beef pasó de $9.759 a $13.300, mientras que la carnaza común subió de $7.381 a $10.100. Estos incrementos reflejan tanto ajustes por inflación como aumentos preventivos relacionados con la devaluación de la moneda, restringiendo el acceso a la carne para amplios sectores de la población.

El consumo masivo sigue en declive
La crisis en el consumo masivo de alimentos, bebidas y productos de limpieza se ha agravado, con una contracción que lleva 16 meses. La Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra) ha reportado que el consumo de carne vacuna cayó un 2,7% en marzo en comparación con el mes anterior, y un 5,4% en términos interanuales. Este descenso ha llevado el consumo promedio por habitante a su nivel más bajo en 30 años, con un registro de solo 47,8 kilos anuales.
La caída en las ventas también es notable: los supermercados y autoservicios han visto una disminución del 7,1% y 3,7% en la venta de carne, respectivamente. La combinación del aumento de precios y la pérdida del poder adquisitivo ha llevado a muchos hogares a reducir la frecuencia de compra o a eliminar la carne vacuna de su dieta.
Impacto de la inflación en el consumo
La inflación sigue afectando el poder adquisitivo de los argentinos. En marzo, la inflación fue del 3,7%, con los alimentos incrementándose un 5,9%. El Índice de Precios al Consumidor ha mostrado un aumento acumulado del 8,6% en lo que va del año, alcanzando un 55,9% en términos interanuales.
Este contexto ha modificado drásticamente los hábitos de consumo, especialmente en los hogares más golpeados por la crisis económica. Un informe de NielsenIQ indica que los consumidores están siendo cada vez más selectivos, priorizando el cuidado personal y el mantenimiento del hogar sobre la compra de alimentos esenciales.
¿Cómo se comporta el mercado?
A pesar de la crisis, algunos rubros han mostrado un crecimiento, como golosinas y alimentos no esenciales, que aumentaron un 2,2% y 1,9%, respectivamente. Las ventas de alimentos básicos, en cambio, apenas crecieron un 0,5%. Esta tendencia refleja la nueva realidad económica, donde muchos consumidores optan por gastar en productos no esenciales debido a la presión inflacionaria.
El panorama es preocupante, y es crucial que tanto las autoridades como los consumidores tomen medidas para abordar esta crisis. La situación actual plantea un reto significativo que requiere una respuesta coordinada para mejorar el acceso a productos básicos como la carne y garantizar la seguridad alimentaria de la población.
Es fundamental mantenernos informados y conscientes de las tendencias del mercado. Comparte esta información y contribuye a crear conciencia sobre el impacto de la inflación en el consumo de carne y otros productos esenciales. Juntos, podemos fomentar un cambio positivo en nuestra economía y hábitos de consumo.