Esto es economía a la peruana
Recientemente, el ministro de Economía, Luis Caputo, hizo declaraciones sobre la necesidad de que Argentina se asemeje a Perú en términos económicos. Esta afirmación se presenta en un contexto donde el presidente Javier Milei previamente había planteado un horizonte de desarrollo similar al de Alemania o Irlanda, pero en un plazo de 35 años. Sin embargo, esta visión sugiere que la mayoría de la población trabajaría en sectores primarios, como la extracción de minerales y energía, así como en servicios financieros y comerciales, dejando de lado el sector secundario, fundamental para el desarrollo industrial.
Para entender mejor esta situación, es necesario analizar la Población Económicamente Activa (PEA). En 2023, la PEA se estimaba en aproximadamente 14.340.000 personas, cifra que aumentaría a 14.533.231 en 2024, según datos del INDEC. En el sector industrial, se reportó una disminución notable de trabajadores, de 745.680 en 2023 a 653.996 en 2024, lo que representa una pérdida significativa de empleos en un área crucial para la economía.

Desempleo y su impacto social
La pérdida de 91.685 puestos de trabajo en la industria durante el primer año del gobierno actual ha llevado a un aumento alarmante en la desocupación. Si se elimina el sector industrial en favor de la actividad extractiva y la importación de productos terminados, podríamos enfrentar un aumento del desempleo que superaría el 10%, lo que se traduciría en millones de nuevos indigentes en el país.
Este panorama podría resultar en un ciclo vicioso donde productores de tomate y fabricantes de ropa no puedan cosechar ni vender, lo que agravaría la situación económica y social del país. La propuesta de un enfoque económico centrado en la extracción y los servicios financieros deja en el aire la sustentabilidad del empleo y el bienestar de la población.
El carry trade y la influencia del FMI
La enseñanza sobre el actual carry trade en medios de comunicación refleja la degeneración del contexto social y económico. Este fenómeno, que antes se consideraba negativo, ahora se presenta como una estrategia viable en la televisión pública. La situación se complica aún más con las declaraciones de Kristalina Georgieva, directora del FMI, quien ha instado a la población a respaldar el rumbo del gobierno actual, involucrándose en la política interna del país.
La presión del FMI para mantener su apoyo financiero, incluso ante un cambio político, plantea serias dudas sobre la independencia económica de Argentina. Esto resuena con la experiencia de Christine Lagarde, quien fue desplazada en un contexto de imposiciones políticas externas. Si no se toman decisiones responsables, el país podría enfrentar una crisis económica aún más profunda.
Reflexiones finales
El futuro económico de Argentina depende de la capacidad del gobierno para encontrar un equilibrio entre el sector extractivo y la industria. Es fundamental fomentar políticas que prioricen el empleo, la producción local y el bienestar social. De lo contrario, el país corre el riesgo de quedar atrapado en un modelo insostenible que beneficie a unos pocos a expensas de la mayoría.
ANALISTA ECONOMICO Y TRIBUTARISTA