Más de Veinte Atentados: La Vida de una Abogada Acosada
Norma Igoa Bellini, abogada graduada en la Universidad de Buenos Aires, ha dedicado más de 30 años a la profesión, pero su vida dio un giro drástico tras asumir la defensa de una mujer en un caso de violencia de género. Lo que comenzó como un caso más en su carrera se transformó en una odisea llena de amenazas y ataques que han puesto en riesgo su vida y su integridad. Bellini ahora es la protagonista de una serie de atentados que han escalado a lo largo de seis años, con más de 20 ataques en total.
Recuerda que la mujer que defendía estaba aterrorizada. Su pareja, un abogado y empresario, había proferido amenazas de muerte. A partir de ese momento, Bellini se convirtió en el objetivo de su agresor, quien no solo intentó intimidarla, sino que llevó a cabo actos de vandalismo contra su propiedad. La situación se tornó insostenible, y la abogada decidió compartir su historia con el público, justo antes de un juicio crucial en el que su cliente busca justicia.

El Inicio de una Pesadilla
Todo comenzó en septiembre de 2019, cuando Bellini tomó el caso de una mujer que había escapado con su hija de dos años de un entorno abusivo. La abogada, que había disfrutado de una carrera tranquila hasta entonces, se encontró atrapada en un verdadero horror. Desde el primer ataque en octubre de 2020, en el que su vehículo sufrió un incidente sospechoso, la escalada de violencia se hizo evidente.
Lo que parecía un simple pinchazo se convirtió en una serie de eventos cada vez más amenazantes. A medida que los ataques se intensificaron, Bellini notó que su agresor la vigilaba, lo que incrementó su miedo y ansiedad. En noviembre de 2021, un ataque directo destrozó la vidriera de su local de antigüedades, marcando un punto de inflexión en su lucha por la justicia.
La Inacción de la Justicia
A pesar de la gravedad de los ataques y las numerosas denuncias realizadas, la respuesta de la justicia fue insuficiente. La abogada fue testigo de cómo su agresor violaba reiteradamente las restricciones de acercamiento impuestas por el sistema judicial. Ante la falta de acción, tuvo que tomar medidas de seguridad por su cuenta, instalando cámaras para recopilar pruebas de las violaciones a su espacio personal.
La situación culminó en agosto de 2022, cuando recibió amenazas explícitas contra su hijo, lo que la llevó a un estado de pánico. Bellini declaró: Cuando vi todo eso, empecé a temblar. Ahí caí en la cuenta de que alguien había estado siguiéndome durante todo ese tiempo. La abogada vive ahora con miedo constante, aislándose de su círculo social y limitando su vida diaria para protegerse.
El caso de Bellini no solo pone de manifiesto la lucha de una mujer por defender a otra, sino también la ineficacia del sistema judicial para proteger a las víctimas de violencia de género. Tras seis años de sufrimiento, Bellini espera que se haga justicia y que su agresor reciba la condena que merece. Perdimos la paz, concluyó, reflejando la angustia que ha marcado su vida y su carrera.
La historia de Norma Igoa Bellini es un llamado a la acción para que la justicia tome en serio las denuncias de violencia de género y proteja a quienes se atreven a alzar la voz en defensa de las víctimas. Su valentía y perseverancia son un ejemplo para todos en la lucha contra la violencia y la impunidad.