En un contexto donde la economía estuvo marcada por restricciones cambiarias, la reciente eliminación del cepo ha abierto un nuevo capítulo en el sector inmobiliario. Durante los primeros días sin cepo, se han registrado cambios significativos en la dinámica del mercado, especialmente en la demanda de créditos hipotecarios.
Las entidades bancarias han reportado un aumento del 30% en las solicitudes de créditos hipotecarios en comparación con la semana anterior. Este incremento se debe a la expectativa de que un tipo de cambio más favorable permitirá a los compradores capitalizar oportunidades que antes parecían inalcanzables. La posibilidad de acceder a financiamiento en un entorno más flexible ha reactivado el interés de aquellos que habían postergado su decisión de compra debido a la incertidumbre económica.
Expectativas en el Mercado Inmobiliario
Miguel Chej Muse, coordinador del Observatorio Estadístico del Mercado Inmobiliario, señala que la eliminación del cepo cambiario produjo un efecto inmediato en la percepción de los compradores. Muchos consideran que es un buen momento para invertir en propiedades, especialmente en un país donde la inflación ha erosionado el poder adquisitivo. La apertura del mercado ha permitido que los compradores vean la propiedad como una opción viable para resguardar su capital.
La percepción de que los inmuebles son un refugio ante la devaluación está motivando a los compradores a confiar nuevamente en el ladrillo como inversión segura. Javier Igarzábal, de DIC Propiedades, ha observado un cambio notable en el mercado. En los primeros días sin restricciones, las operaciones de compra-venta se han vuelto más fluidas. Hemos tenido varias escrituras exitosas, algunas de las cuales ya estaban cerradas hace meses, comentó.
Operaciones Más Dinámicas
La velocidad de las transacciones ha mejorado significativamente. Hasta el viernes, nos demorábamos hasta tres horas en completar el acto de compra. Ahora, en una hora, estamos finalizando todo, explicó Igarzábal. Las propiedades vendidas incluyen departamentos en Vicente López y CABA, con valores que oscilan entre u$s100.000 y u$s160.000. Este rango de precios es atractivo para muchos compradores, que ahora pueden adquirir propiedades utilizando créditos hipotecarios en un contexto más favorable.
A pesar de la euforia inicial, Igarzábal aconseja precaución a quienes analicen tomar un crédito en estos días. Es fundamental considerar el tipo de cuota que van a pagar, ya que se ajustan por UVA, y los próximos meses podrían ser más altos de lo esperado, advierte. Sin embargo, se muestra optimista sobre el futuro del mercado inmobiliario, indicando que las medidas tomadas podrían facilitar una recuperación continua.
La Situación de las Tasas de Interés
Las entidades crediticias ya habían elevado sus tasas de interés antes de fin de año e inicios de 2025. De los 24 bancos que otorgan créditos en UVA, 12 han ajustado sus condiciones en los últimos meses, aumentando principalmente la Tasa Nominal Anual (TNA). La rápida demanda de créditos y el costo de fondear préstamos son factores que han llevado a este incremento, como lo explica Federico González Rouco, economista especializado en el mercado inmobiliario.
Aunque las tasas aún no son excesivamente altas, González Rouco advierte que está llegando a un punto de estrés la primera ola de financiamiento. Se requieren herramientas como la titulación de carteras o securitización para financiar a largo plazo. Este enfoque podría ser potenciado por la salida del cepo, abriendo la puerta a inversores extranjeros.
Diversificación y Desafíos en el Mercado
El mercado inmobiliario atraviesa una etapa de renovación, impulsada por el fin del cepo cambiario y el aumento en las solicitudes de crédito. Los desarrolladores están comenzando a anunciar nuevos proyectos, aunque persisten desafíos en la oferta de propiedades, especialmente en los segmentos medios y altos. Chej Muse señala que la planificación debe adaptarse a diferentes perfiles, desde viviendas accesibles hasta opciones de lujo.
A medida que el acceso al crédito se amplía, también se generan expectativas de mayor demanda. Sin embargo, es crucial evitar un aumento desmedido en los precios que podría alejar a los nuevos compradores del mercado. La regulación, las políticas públicas y la inversión en infraestructura serán fundamentales para el futuro del sector.
En conclusión, el futuro del mercado inmobiliario dependerá de la estabilidad económica y del compromiso de todos los actores involucrados. Generar confianza y promover una oferta diversa permitirá aprovechar al máximo las oportunidades del nuevo escenario.
