La Unión Europea avanza con una prohibición que podría cambiar a la hotelería internacional
A partir del próximo año, hoteles, restaurantes y cafeterías en España y en el resto de los países miembros de la Unión Europea no podrán ofrecer ciertos productos en envases de un solo uso. Esta decisión se enmarca dentro del nuevo Reglamento sobre Envases y Residuos, que tiene como objetivo limitar el uso de plásticos desechables, tales como los envases individuales de mermelada, mantequilla o salsas que comúnmente se sirven en los desayunos.
Esta iniciativa ha generado reacciones diversas. Mientras algunos sectores la valoran positivamente por su impacto ambiental, otros advierten sobre los problemas prácticos que podría acarrear en la operativa diaria de los negocios de hostelería. La eliminación de porciones individuales significa que los clientes tendrán que servirse de recipientes compartidos, lo que suscita preocupaciones en términos de higiene y organización.

Las excepciones a la nueva norma de la Unión Europea
Los sobres de condimentos podrán seguir utilizándose si la comida ofrecida se consume fuera del restaurante. También estarán permitidos en situaciones donde, por razones médicas, sea necesario ofrecer cuidados individualizados, como en hospitales o clínicas. Además, la norma no aplicará a las microempresas, siempre que los países lo decidan de manera individual, cuando se haya comprobado que no es técnicamente viable prescindir de esos envases o acceder a las infraestructuras necesarias para implementar un sistema de reutilización.
El objetivo de la Unión Europea
El objetivo de la Unión Europea con esta normativa es avanzar hacia un modelo económico más respetuoso con el medio ambiente y reducir la contaminación generada por los residuos. Se espera que estas medidas contribuyan significativamente a la disminución de residuos plásticos. Las autoridades han indicado que las normas serán revisadas periódicamente, con el objetivo de endurecer los límites de contaminación del aire y proteger la salud pública y el medio ambiente.
La implementación de estas restricciones es un paso importante en la lucha contra el plástico, aunque muchos en el sector de la hostelería se preguntan si realmente tendrán un efecto positivo en la reducción de desechos o si generarán complicaciones adicionales en su funcionamiento diario.