136.000 pedidos y más de 85.000 pendientes

La Secretaría de Industria y Comercio anunció el 3 de diciembre la distribución de 50.000 vehículos eléctricos e híbridos que se podrán importar sin el arancel del 35% que normalmente se aplica. Esta resolución fue publicada en el Boletín Oficial y se refiere al cupo 2026. Pero, ¿cómo fue el proceso? Casi 136.000 solicitudes fueron presentadas, lo que muestra qué tanto interés hay en este tipo de vehículos.

La asignación de los puestos se hizo en partes iguales. De los 50.000 vehículos, 25.000 unidades fueron destinadas a las terminales agrupadas en Adefa, que son las automotrices con plantas en el país. El resto se reservó para importadores oficiales, aunque el total finalmente superó lo previsto por redistribución entre categorías.

En el grupo de Adefa, se asignaron vehículos como 1.900 autos entre el Fiat 600 Hybrid y los Leapmotor C10 y B10 Reev. Citroën recibió 1.700 unidades para sus modelos eléctricos, mientras que Ford Argentina se destacó con 10.000 unidades de la Territory híbrida. General Motors y Renault también tuvieron sus asignaciones, aunque se quedó por debajo del cupo máximo.

Con respecto a los importadores, la demanda fue muy alta, alcanzando 116.390 pedidos para 30.720 unidades disponibles. Por ello, el gobierno creó una lista de prelación con 85.670 autos para cubrir vacantes posibles durante el año.

Algunos de los modelos que se podrán importar incluyen el Zhidou Rainbow y varios de marcas como Lynk&Co, Great Wall y Haval. Además, se incorporarán vehículos de marcas más reconocidas como Volkswagen y BYD, que traerán varios modelos al país.

Una novedad importante es que también se reasignaron 9.856 vehículos del cupo 2025 que estaban pendiente. Estos modelos deben ingresar y ser nacionalizados antes del 31 de enero del próximo año.

Los requisitos para que un modelo participe del programa son claros: deben pesar más de 400 kilos sin la batería y tener una potencia mínima de 15 kW, junto con una autonomía mayor a 80 kilómetros. Los importadores también deben validar un valor FOB inferior a u$s16.000.

La decisión final sobre quién obtiene qué vehículo se basa en el precio FOB y en la proximidad de la fecha de llegada al país. Así, se ha logrado organizar una distribución que busca satisfacer una demanda creciente.

Este panorama no solo representa un cambio en el mercado automotor argentino, sino que también abre las puertas a una movilidad más limpia y moderna.

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